El sábado 16 noviembre fue un día de fiesta para los Legionarios de Cristo y para Regnum Christi. 24 horas después de la ordenación episcopal en la basílica de san Pedro, monseñor Fernando Vérgez Alzaga LC, secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano, presidió la santa misa en la capilla del Centro de Estudios Superiores de los Legionarios, junto al Ateneo Pontificio Regina Apostolurum.
Monseñor Vérgez - que entró en la Legión en 1954 e hizo la procesión de votos en 1965, antes de ser ordenado sacerdote en 1969 - celebró en presencia de familiares y un gran número de Legionarios de Cristo, laicos, consagrados y consagradas de Regnum Christi.
Concelebraron en la eucaristía los cardenales Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato de la Ciudad del Vaticano y Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales; monseñor Brian Farrell LC; monseñor Kevin Farrell, obispo de Dallas; monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias; monseñor Carlos Humberto Malfa, obispo de Chascomús; monseñor Peter Brian Wells, asesor de la secretaría de Estado y un centenar de hermanos legionarios.
Al inicio de la misa, el cardenal Bertello dirigió un breve saludo y felicitaciones al nuevo obispo: "ofrecemos al Señor esta celebración eucarística para darle gracias por el don que es usted y por su episcopado y pedir que le acompañe siempre, siguiendo el ejemplo del Buen Pastor".
Durante su primera homilía como obispo, monseñor Vérgez expresó su gratitud al papa Francisco por el doble nombramiento, al Governatorato y al episcopado. "En su carta el papa no habla de dignidad sino de orden episcopal: esto da una nueva dimensión a mi servicio en la Iglesia".
Volviendo sobre los pasos que le han llevado a los dos nombramientos importantes, el prelado contó su emoción en el momento en el que el papa lo eligió: no se trató de un "miedo que paraliza" sino de un "temor que purifica" y que abre "al diálogo y a la confianza".
"Me conforta saber - dijo monseñor Vérgez - que es Dios que llama, que es Dios que envía, su amor está en el origen de todas las cosas, no podemos inventar nuestra profecía".
El nuevo obispo habló de la propia vocación en el ámbito de la congregación a la que pertenece: "Soy legionario y me siento legionario" dijo, evocando a las etapas de la formación recibida en la Legión.
El lema episcopal elegido por Vérgez está tomado de una frase de san Pablo: "Cristo entre vosotros, esperanza de la gloria" (Col 1, 27).
Para explicar el porqué del lema, contó que "desde pequeño cuando entré en el Centro vocacional de Ontaneda en 1954, me enseñaron el cristocentrismo, que es un característica fundamental de nuestro carisma. Poner a Cristo en el centro de nuestro corazón, de nuestra vida y de nuestra existencia es el ideal de cada Legionario y miembro del Movimiento".
La espiritualidad cristocéntrica, recordó monseñor Vérgez, es el elemento fundamental del carisma de la Legión de Cristo y de Regnum Christi, hasta el punto que cada miembro de la congregación y del movimiento "debe ser Alter Christus”.
Después de recordar la unión de colaboración y la filiación espiritual con el cardenal Eduardo Pironio, Vérgez explicó el segundo motivo de la elección de su lema episcopal: "Esta es nuestra misión: ser imagen viva de Cristo Jesús. Todos los cristianos deben ser imagen de esta presencia viva del misterio pascual de Cristo, que ha venido y vive como esperanza de la gloria".
En la conclusión de la misa, durante los saludos y las felicitaciones finales, monseñor Vérgez hizo un homenaje especial al padre Álvaro Corcuera LC, director general de los Legionarios de Cristo, en reposo durante un año aproximadamente por una grave enfermedad.
(Traducido del español por Rocío Lancho García)