El santo padre ha recibido este martes en el Vaticano a un grupo de secretarios generales de los sindicatos de Argentina, a quienes les exhortó a continuar «plantando mi olivo», símbolo de diálogo y de paz, a recuperar la unidad sindical y además les exhortó a la responsabilidad para alcanzar la paz de todos los argentinos.
La delegación de 24 sindicalistas se encuentra en viaje hacia Ginebra para participar en una conferencia mundial programada para estos días. A esta delegación, se unió también el secretario general de las industrias generales de América Latina y el Caribe.
Al saludarles -informa Ossservatore Romano- invitó a los presentes a comprometerse «con la cultura del encuentro y por la paz», haciendo referencia al olivo que de cardenal arzobispo de Buenos Aires plantó en el Año 2000 en la plaza de Mayo, junto a representantes de todas las religiones y confesiones cristianas, y en presencia de siete mil niños de diferentes escuelas.
El símbolo del olivo caracteriza también el compromiso de la «Red mundial de la escuela para el encuentro», inspirada por las iniciativas promovidas durante el ministerio episcopal de Jorge Mario Bergoglio en la capital argentina.
La delegación estaba compuesta por el líder de la CGT más cercano a la Casa Rosada, Antonio Caló, junto con la cúpula de esa central obrera, Ricardo Pignanelli (Smata), Gerardo Martínez (Uocra), Jorge Lobais (textiles), Omar Viviani (peones de taxis) y Norberto Di Próspero (Personal Legislativo). En el encuentro que duró casi dos horas, el papa subrayó la importancia de recuperar la unidad sindical en el país, indicó la agencia AICA.
«El papa nos pidió responsabilidad a todos los que somos dirigentes para alcanzar la paz de todos los argentinos», ha contado Antonio Caló. «Bergoglio está de muy buen semblante», agregó. «Todos los compañeros le trajeron presentes, bromeó con San Lorenzo y a algunos nos mandó a rezar 3 veces por día», ha afirmado el dirigente.
En tanto, el referente del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Omar Suárez, presente en la reunión, dijo que el ex arzobispo de Buenos Aires «sueña con que San Lorenzo sea campeón». Y contó que «en el encuentro quiso que le digamos Jorge como siempre, y no su santidad. Eso es lo más profundo que tiene, su humildad», subrayó.