El consumo de antidepresivos en España ha aumentado más del doble en 10 años, según el informe publicado este miércoles y titulado Panorama de la salud, elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) con sede en Francia. El aumento se registra en la mayoría de los países en los que la OCDE desarrolló el estudio. Muchos son los factores, pero el marco en el que hay que presentar hoy el Evangelio es éste.
El papa Francisco en su primera exhortación apostólica titulada Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio), publicada esta semana, propone a todos los cristianos transformar la sociedad con acciones auténticamente evangelizadoras. “Jesucristo siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad», afirma. Además, prosigue, también puede «romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo». </p>
Ciertamente, asegura el santo padre, el Señor nunca deja de sorprendernos con su constante «creatividad divina». En este sentido, añade, cada vez que recuperamos la «frescura original» del Evangelio, «brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual».
Por este motivo, apunta el pontífice, un anuncio renovado «ofrece a los creyentes, también a los tibios o no practicantes, una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora».
Y es que si un evangelizador no debe tener permanentemente «cara de funeral», advierte, es porque está llamado «a recobrar y acrecentar el fervor, la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas».
De tal suerte que, el mundo actual — que busca a veces con angustia, a veces con esperanza — pueda «recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo», insiste el papa.
Asimismo, el pontífice cree firmemente que “toda experiencia auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su expansión”. «El bien siempre tiende a comunicarse”, enfatiza.
Es más, destaca el santo padre, «quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien». Y si bien esta misión nos reclama una entrega generosa, «sería un error entenderla como una heroica tarea personal, ya que la obra es ante todo de Él, más allá de lo que podamos descubrir y entender», recuerda.
Para el papa Francisco, en cualquier forma de evangelización «el primado es siempre de Dios, que quiso llamarnos a colaborar con Él e impulsarnos con la fuerza de su Espíritu».
Esta convicción, reconoce el pontífice, “nos permite conservar la alegría en medio de una tarea tan exigente y desafiante que toma nuestra vida por entero”. Y concluye: “nos pide todo, pero al mismo tiempo nos ofrece todo”.
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