Francisco reza una conmovedora oración a la Inmaculada en la Plaza de España

¡Tú eres la Toda Hermosa, oh Marí­a! escucha nuestra oración, atiende nuestra súplica. Se acerca y saluda a la multitud de enfermos

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El papa Francisco realizó hoy por primera vez la tradicional ceremonia romana de veneración de la Virgen Inmaculada, en la columna de Plaza de España.

El Santo Padre ha salido del Vaticano en un ford focus azul de la Gendarmeria, sentado adelante, hacia la Plaza de España. Durante el recorrido, el Papa se ha parado brevemente delante de la iglesia de la Santísima Trinidad donde ha recibido el homenaje de la Asociación Comerciantes Via Condotti.

Ya en la céntrica plaza romana, a la que ha llegado con diez minutos de adelanto sobre el horario previsto, el Pontífice se ha detenido ante un grupo de enfermos para abrazarlos y acariciarlos.

Tras saludar al cardenal vicario Agostino Vallini y al alcalde de Roma, Ignazio Marino, el Papa ha departido brevemente con dos religiosos, que han intercambiado el solideo blanco del Santo Padre por otro que llevaban de regalo. El Coro Pontificio de la Capilla Sixtina cantó las letanías lauretanas mientras las flores del Santo Padre eran depositadas a los pies de la columna. 

A continuación, ha comenzado el tradicional acto de veneración a los pies del monumento a la Inmaculada Concepción de María. Durante una celebración de la Palabra, el Pontífice ha rezado.

La oración del papa Francisco a los pies de la Inmaculada

Virgen Santa e Inmaculada, a Ti, que eres el honor de nuestro pueblo y la guardiana atenta que cuida de nuestra ciudad, nos dirigimos con confianza y amor.

¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María !
El pecado no está en Ti.

Suscita en todos nosotros un renovado deseo de santidad:en nuestra palabra brille el esplendor de la verdad, en nuestras obras resuene el canto de la caridad,en nuestro cuerpo y en nuestro corazón habiten la pureza y la castidad, en nuestra vida se haga presente toda la belleza del Evangelio.

¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María!
La Palabra de Dios se hizo carne en Ti.

Ayúdanos a mantenernos en la escucha atenta de la voz del Señor: el grito de los pobres nunca nos deje indiferentes,el sufrimiento de los enfermos y los necesitados no nos encuentre distraídos, la soledad de los ancianos y la fragilidad de los niños nos conmuevan, toda vida humana sea siempre amada y venerada por todos nosotros.

¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María!
En ti está el gozo pleno de la vida bienaventurada con Dios.

Haz que no perdamos el sentido de nuestro camino terrenal: la suave luz de la fe ilumine nuestros días, la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos, el calor contagioso del amor anime nuestro corazón, los ojos de todos nosotros permanezcan fijos, allí, en Dios, donde está la verdadera alegría.

¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María!

Escucha nuestra oración, atiende nuestra súplica: se Tú en nosotros la belleza del amor misericordioso de Dios en Jesús,que esta belleza divina nos salve a nosotros, a nuestra ciudad, al mundo entero.

Amén.

Al termino de este acto de devoción filial a María, fue evidente cuando le indicaron la necesidad de partir para ir a Santa María la Mayor. Entretanto el papa señaló que primero tenía que acercarse a los enfermos y lo hizo saludando a la multitud que allí estaba acompañados por los voluntarios del Unitalsi.

Desde Plaza de España el papa Francisco se ha dirigido en automóvil a la Basílica de Santa María la Mayor en donde el obispo de Roma entró hasta la capilla de la imagen de Nuestra Señora Salus Populi Romani para pedir por las intenciones de todos los habitantes de la Ciudad Eterna.

(RED/IV)

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ZENIT Staff

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