El arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), cardenal Antonio María Rouco Varela, ha asegurado ayer que la nueva Ley Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la mujer Embarazada "no tiene por qué ser un coladero si se toma en serio" la comprobación de supuestos.
En una entrevista al diario ABC, el cardenal Rouco ha afirmado que el cumplimiento de la legislación servirá para evitar esos casos. "No tiene por qué ser así si se toma en serio el procedimiento de comprobación de los supuestos y si se prevé un órgano de verificación de que el supuesto se da conforme a la ley", ha indicado.
Además, el presidente del episcopado español ha reconocido que la nueva legislación mejora la anterior porque "parte de un principio ético distinto". "Se reconoce por lo menos al recién concebido como un gran bien jurídico que ha de ser custodiado y protegido por la ley", ha subrayado.
Para el purpurado, el hecho de la desaparición de los plazos para llevar a cabo el aborto también supone una "mejora cualitativa desde la perspectiva antropológica y ética". "El niño que aún no ha nacido tiene derecho a la vida desde que es concebido", ha recordado.
Finalmente, el cardenal Antonio María Rouco Varela ha apuntado que la Iglesia "nunca ha planteado el aborto como fricción", puesto que su intención ha sido la de "hacer una aportación a un debate social, cultural y antropológico". "Si se entendió como fricción, lo lamentamos", ha concluido.
Y aunque la Conferencia Episcopal Española (CEE) no opinará sobre la nueva ley que aprobó este viernes el Consejo de Ministros hasta que no tengan conocimiento del texto completo, los obispos han considerado, en relación con la nueva normativa, que "dentro de lo malo, es menos malo". Esta es la idea que ha defendido su portavoz, el sacerdote y periodista José María Gil Tamayo, la semana pasada.
En una entrevista a la agencia Servimedia, Gil Tamayo ha señalado que "lo que es menos malo es más aceptable. El aborto es un asesinato, pero entre una ley de plazos y otra que va a supuestos, dentro de lo malo, es menos malo. Pero el aborto no puede ser contemplado nunca como un derecho de la mujer, es un asesinato".
Asimismo, el secretario general y portavoz del episcopado español ha recordado que el planteamiento de la Iglesia en relación con este tema "no es religioso sino que se trata de un derecho humano, el derecho a la vida, desde su concepción hasta su muerte. Es una cuestión de humanidad".
La nueva ley contempla dos supuestos de despenalización del aborto: que sea "necesario" por existir "grave peligro para la vida o salud física o psíquica de la mujer" durante las primeras 22 semanas de gestación, o que el embarazo sea resultado de un delito contra su libertad o su indemnidad sexual, siempre que se produzca en las doce primeras semanas y el hecho haya sido denunciado.
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