La iglesia católica salvadoreña abogó este domingo por utilizar la vía diplomática para resolver la ocupación que Honduras mantiene de la isla Conejo, en el Pacífico, y estimó que las «conquistas» quedaron para la historia.
En su tradicional rueda de prensa dominical, el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar destacó que «es el momento de favorecer la diplomacia, la defensa firme del territorio, sobre todo la soberanía del país, pero sin caer en este ambiente de zozobra, de provocación o de lucha donde se pueda ver en peligro la paz de la región».
“Creo que ahora estamos en otro tiempo, no solo como nación, sino también como región. El mundo ha avanzado de 1969 a la fecha, y estamos en otro siglo, milenio y escenario”, matizó el prelado.
“Ojalá que esta región del golfo de Fonseca salga beneficiada y se desarrolle y sea para beneficio de todos”, concluyó.
El conflicto entre ambas naciones se incrementó después de que el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, flanqueado por militares inaugurara el pasado 22 de marzo un helipuerto en el islote, cuyas aguas comparten El Salvador, Honduras y Nicaragua.
La ocupación de Conejo, de menos de un kilómetro cuadrado, motivó al presidente salvadoreño, Mauricio Funes, a enviar a Juan Orlando Hernández una nota de protesta en la que le solicitó la «desocupación inmediata».
Además, el mandatario salvadoreño acusó este sábado a Honduras de «expansionista» por mantenerse todavía en la isla.
Quizás estos hechos y declaraciones de ambos países que reclaman la soberanía sobre el diminuto islote no fueran tan graves si no se tratara de El Salvador y Honduras, que han mantenido enfrentamientos bélicos a causa de sus territorios desde que ambas naciones son repúblicas; el último conflicto ocurrió en 1969 cuando se protagonizó la llamada guerra de las 100 horas, en la que murieron unas 5.000 personas de ambos países y las relaciones quedaron dañadas.
Dos décadas después el Tribunal Internacional de La Haya resolvió salomónicamente el problema limítrofe, repartió los territorios en disputa, pero entonces no se contempló isla Conejo y El Salvador la reclama como parte de su territorio. Honduras dice que el islote no fue considerado en la sentencia porque no está en disputa por su cercanía con la costa hondureña.