El presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, cardenal Antonio Maria Vegliò, ha enviado un mensaje a los miembros del Comité Catholique International pour les Tsiganes CCIT (Comité Católico Internacional para los Gitanos). Este organismo encargado de la pastoral gitana está reunido en Cavallino-Treporti, Italia, del 4 al 6 de abril.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha difundido este viernes los siguientes extractos del texto remitido por el cardenal Veglió:
“En nuestro mundo globalizado, de hecho se siguen construyendo muros que dividen a pueblos del mismo continente, a gentes del mismo país o a personas de la misma ciudad. Incluso entre los países europeos, algunos todavía están influenciados negativamente en sus decisiones políticas hacia los romaníes, de los que estáis cerca en vuestros respectivos compromisos pastorales… El desafío que afrontáis con valentía evangélica en vuestras actividades pastorales demuestra que para derribar los muros se inicia en el corazón, primer espacio en el que incluir al otro, y hasta que los corazones no se abran no será fácil alcanzar una sociedad inclusiva. Por tanto, este momento de reflexión os ofrece la oportunidad de unir vuestras energías para crear una dinámica social en la que las diversas culturas puedan vivir juntas”.
“Los gitanos necesitan de la humanidad de las sociedades en las que viven para sentirse miembros de la familia humana, beneficiándose de los derechos de los que gozan los otros miembros de la comunidad en el respeto de su dignidad y de su identidad… Es necesario por parte de todos un trabajo tenaz y paciente. La Iglesia puede ser fuente de inspiración y puede hacer confluir los esfuerzos en un compromiso común para afrontar los dilemas que están a la base de las dificultades humanas de los gitanos… El documento “Orientaciones para una pastoral de los gitanos” sigue siendo para vosotros una referencia fundamental, para aprovechar al máximo en vuestro servicio en medio de este pueblo, ya que ofrece importantes líneas que son el resultado del trabajo conjunto”.
“Los gitanos tienen el derecho de ser reconocidos al menos como minorías étnicas en los países en los que viven, ya que en la Unión Europea son la minoría más numerosa. La Iglesia tiene la tarea de llevar el Evangelio de Jesús en medio de ellos, pero también de apoyar su sueño de integración que pasa por la educación, la salud, el empleo y la vivienda. Todo ello en colaboración con las personas de buena voluntad”.
El CCIT reúne a personas comprometidas en el campo de la promoción humana y espiritual de los gitanos y se propone ayudar a que cada uno actúe con el espíritu de Cristo para que los gitanos y “payos” (no gitanos) puedan vivir juntos el Evangelio en todas sus dimensiones; se propone sensibilizar a las Iglesias y a las comunidades cristianas sobre la condición de los gitanos para que sean reconocidos, aceptados y amados; busca una colaboración real con los miembros de otras Iglesias dispuestos a abrirse a los nómadas; está comprometido en una investigación realizada en todos los países con el fin de crear una red internacional que estimule a las Iglesias a tener en cuenta la realidad gitana.
En su actividad es prioritaria la organización de los encuentros internacionales anuales, que se celebran cada vez en un país y que, para todos aquellos que están presentes en este contexto particular, son un momento de fuerte reflexión común sobre temas puntuales; lugar de confrontación de las respectivas experiencias, y espacio para tejer nuevos vínculos de amistad y colaboración.
Este organismo cuenta con 46 miembros efectivos, presentes en 14 países de Europa. Los encuentros internacionales anuales reúnen normalmente a un centenar de personas procedentes de 20 países europeos.