España es uno de los países que vive más intensamente la Pasión y Muerte de Jesús en la Cruz. No hay ciudad o pueblo que no tenga su propia celebración, tradición o procesión. A priori, parece algo curioso visto desde fuera, muchas de las personas que visitan el país no entienden demasiado bien estas expresiones de religiosidad popular. Sin embargo, una vez aquí, se quedan sorprendidas y en muchos casos sobrecogidas por la emoción, el respeto y la devoción con que se viven.
Es difícil no dejarse llevar en las calles de Triana (Sevilla) al son de una saeta, o no quedarse impactado con la procesión del silencio en Córdoba, al paso de los penitentes con sus velas y una multitud silenciosa pegada a las estrechas paredes del barrio de la Judería. También merece la pena vivir la sobriedad de la Semana Santa de Castilla y León. O ver pasar a los nazarenos frente a la imponente catedral de Santiago de Compostela. No hay quien se resista a estas tradiciones, y que no acabe amando profundamente estas manifestaciones religiosas avaladas por siglos de historia.
Estos días, las principales calles de España se convertirán en escenarios de fervor y devoción religiosa, de duelo y de recogimiento… Un año más, volverán a procesionar numerosas imágenes de Cristo y la Virgen María, iconos tallados con realismo y maestría por escultores como Juan de Juni, Pedro Berruguete o Gil de Siloé. Estas obras excepcionales del arte religioso español, muchas de ellas con más de quinientos años de antigüedad, se pasearán por los rincones más hermosos de su geografía entre las cálidas luces de los cirios, el colorido de las túnicas y la música de las bandas de tambores y cornetas, para ser contempladas por miles de personas, que las admirarán con devoción y respeto.
Además, coincidiendo con el Triduo Pascual, numerosos fieles asistirán a los oficios en sus parroquias. Así, participarán en la celebración del Jueves Santo, que está centrada en la institución de la Eucaristía; el Viernes Santo celebrarán la muerte victoriosa de Jesús, y en la Vigilia Pascual festejarán la resurrección del Señor.
En Semana Santa, la gastronomía adquiere un protagonismo especial con los pescados y dulces (torrijas) como elementos más típicos. Los guisos de pescado, legumbres y verduras comparten mesa con el plato estrella en estas fechas, el potaje de vigilia. Los huevos de Pascua o las monas de Pascua (de chocolate) también hacen las delicias de más de uno.