El papa Francisco ha querido mostrar su cercanía con los ciudadanos polacos, a través de un videomensaje en vista a la inminente canonización del papa Juan Pablo II. El Santo Padre inicia dando las gracias a Juan Pablo II, «como todos los miembros del Pueblo de Dios, por su incansable servicio, su guía espiritual, por haber introducido a la Iglesia en el tercer milenio de la fe y por su extraordinario testimonio de santidad».
Asimismo, recuerda las palabras -con las que se identifica plenamente- del papa emérito Benedicto XVI el día de la beatificación del Papa polaco, «abrió a Cristo la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos, invirtiendo con la fuerza de un gigante, fuerza que le venía de Dios, una tendencia que podía parecer irreversible. Con su testimonio de fe, de amor y de valor apostólico, acompañado de una gran humanidad, este hijo ejemplar de la Nación polaca ayudó a los cristianos de todo el mundo a no tener miedo de llamarse cristianos, de pertenecer a la Iglesia, de hablar del Evangelio. En una palabra: ayudó a no tener miedo de la verdad, porque la verdad es garantía de libertad».
Del mismo modo, el Pontífice recuerda que Karol Wojtyła creció al servicio de Cristo y de la Iglesia en su patria, Polonia, «allí se ha formado su corazón, corazón que después se ha dilatado a la dimensión universal, primero participando al Concilio Vaticano II, y sobre todo después del 16 de octubre de 1978, porque ahí encontraron lugar todas las naciones, las lenguas y las culturas. Juan Pablo II se ha hecho todo a todos». Y por ello, Francisco da las gracias al pueblo polaco y la Iglesia en Polonia por el don de Juan Pablo II.
Por otro lado, el Santo Padre observa que el Papa polaco continúa inspirando, «nos inspiran sus palabras, sus escritos, sus gestos, su estilo de servicio. Nos inspira su sufrimiento vivido con esperanza heroica. Nos inspira su total fiarse de Cristo, Redentor del hombre y a la Madre de Dios».
Francisco manifiesta su deseo de que la canonización de Juan Pablo II, y también de Juan XXIII, «dé un nuevo impulso al cotidiano y perseverante trabajando de la Iglesia en vuestra patria» y añade que «me alegro del hecho que, si Dios quiere, dentro de dos años visitaré por primera vez vuestro país en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud» y por ello «invito a todos a vivir profundamente la canonización del beato Juan Pablo II y del beato Juan XXIII».
Finalmente, el Papa, observando que muchos podrán seguir el evento de este domingo gracias a los medios de comunicación, «quiero ya hoy dar las gracias a todos los periodistas de prensa, radio y televisión por su servicio a la canonización del próximo domingo».
Y concluye saludado a todos los connacionales de Juan Pablo II «también a los que no pertenecen a la Iglesia católica. Os llevo a todos en mi corazón».