El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina indica en un informe que el 27,7 por ciento de los argentinos viven por debajo de la línea de pobreza, mientras que el 5,5 por ciento no alcanza a superar la línea de indigencia.
El informe ha generado polémica con declaraciones como la del ministro de Economía, Axel Kicillof, quien afirmó que «es ridículo pensar que aumentó la pobreza». También el jefe de Gabinete de ministros de la Argentina Jorge Capitanich, declaró que «es un absurdo pensar en los índices de pobreza que se publican desde la Universidad Católica Argentina».
Por su parte, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano ha respaldado el informe al señalar que sus resultados «son publicados y presentados de manera transparente» y estimar que «desde 2008 se detuvo la salida de la pobreza e incluso hubo un leve incremento», en declaraciones recogidas por AICA.
Asimismo el prelado lamentó que se pase hambre «en un país que produce tanta cantidad de alimentos». Y realizó la siguiente analogía: «Es como tener sed a 10 metros de un aljibe, cuesta pensar esto del hambre si se lo vincula a la situación productiva de nuestro país».
También observó que esa realidad la sufren personas que habitan en «los bolsones de pobreza situados en los cordones de las ciudades grandes o en parajes que están campo adentro» y agregó que en esas zonas actualmente «hay comunidades que están en situación de emergencia alimentaria».
