La novena edición del curso "Exorcismo y oración de liberación" comienza el próximo lunes, 5 de mayo en Roma, en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. El curso se podrá seguir a través de videoconferencia, también desde la sede delle Missionarie dell’Immacolata - P. Kolbe.
Al igual que con las otras ediciones, el curso está organizado por el Instituto Sacerdos del Regina Apostolorum y el GRIS (Grupo de Investigación e Información Socio-Religiosa).
Para profundizar en este evento, que al día de hoy cuenta con más de 170 inscritos, entre sacerdotes y laicos de más de 33 países de todo el mundo, hemos entrevistado a Giuseppe Ferrari, Secretario del grupo Gris:
¿Cuándo se propuso el curso por primera vez, y cuáles son las metas que se proponen lograr?
--Giuseppe Ferrari: Fue en el 2005 que se organizó el primer curso de exorcismo y oración de liberación. El curso fue organizado con una duración de tres meses, de febrero a abril. El año siguiente, y para facilitar la participación de personas procedentes de otros países, el curso fue propuesto en modalidad intensiva. Esta última modalidad, ha dado lugar a un notable aumento del interés de sacerdotes y laicos de diversas partes del mundo. El objetivo principal del curso es la formación cultural y pastoral de los sacerdotes que hoy, con más facilidad que en el pasado, entran en contacto con situaciones problemáticas en diferentes entornos sociales en los que viven y trabajan. Se trata de dinámicas particulares en campo espiritual, psicológico, antropológico, legal, etc., relacionadas con la difusión de una cultura que empuja al individuo a tener actitudes negativas o supersticiosas hacia sí mismos, o hacia el control de los demás o de la realidad circundante, en vista de una deteriorada realización personal. Esoterismo, magia, ocultismo, espiritismo, satanismo y adhesión a sectas satánicas, son sólo algunos ejemplos de un "mundo paralelo" que, a menudo, no se toma en serio y que, en realidad, existe e involucra a muchas más personas de las que nos podemos imaginar.
Añado que para la realización del curso también colaboramos con la Asociación Internacional de Exorcistas y la Fundación Dignitatis Humanae. Además el curso, desde su cuarta edición, cuenta con el patrocinio de la Congregación para el Clero de la Santa Sede, que otorga al curso una gran responsabilidad hacia la Iglesia y hacia todos los participantes.
El curso, en estos últimos años, ha despertado un enorme interés. En su opinión, ¿a qué se debe este creciente interés?
--Giuseppe Ferrari: Sí, el interés es grande y creciente. De hecho, el curso ha sido un éxito más allá de las expectativas. Las razones de este interés son muchas pero hago referencia sólo a las que considero más importantes: por un lado, vivimos en una sociedad que crece desencantada y que se deja seducir con facilidad por sirenas que cantan un conocimiento especial y se corre el riesgo de esclavizarse hasta llegar a la muerte, pero que, a diferencia de Odiseo (Ulises), no toma las medidas necesarias y razonables para evitar ser vencido por su canto. También vivimos en un mundo secular, que está convencido de que hay que emanciparse y, para esto, lanzan la religión fuera de la puerta y dejan entrar por la ventana la superstición y la irracionalidad y que, en lugar de hacer frente a este problema (como de hecho lo hace con otros), sigue viviendo como si nada hubiera ocurrido y, en particular, como si Dios no existiera.
Todo esto, junto con la fragilidad de la persona humana, que hoy más que nunca está perdiendo sus puntos seguros de referencia, lleva inevitablemente a la gente a cuestionar la existencia del mal, su origen y la forma correcta de soportar sus efectos y afrontarlos. Y es aquí donde nace el interés en cursos como el que proponemos.
Hoy en día, a diferencia de los primeros años, al curso pueden también participar los seglares, ¿cuál fue la motivación de los organizadores para abrir el curso al mundo laico?
--Giuseppe Ferrari: La primera edición del curso estuvo abierta sólo a sacerdotes, religiosos, religiosas y diáconos. Ya en esta edición, tuvimos petición de algunos laicos interesados en participar y aceptamos sólo algunos casos concretos. Al año siguiente decidimos aceptar, siempre con cierta cautela, algunos participantes laicos que tuviesen motivos válidos y que fuesen presentados por un sacerdote o motivados profesionalmente a profundizar sus conocimientos y habilidades en el campo. La decisión final de abrir las puertas al mundo laico fue tomada debido al aumento de las solicitudes de año en año de personas que desean ampliar sus conocimientos y profundizar en el fenómeno con más detalle, o que desean ayudar a algunos sacerdotes exorcistas en el ejercicio de su ministerio.
¿Quiénes son los participantes y cómo pueden contribuir a la resolución del problema de las sectas satánicas?
--Giuseppe Ferrari: La mayoría de los participantes son sacerdotes, algunas religiosas, diáconos permanentes y varios laicos. Entre los laicos que se inscriben encontramos principalmente médicos, enfermeras, psicólogos, abogados, maestros y personas pertenecientes a las fuerzas del orden.
La contribución que pueden ofrecer, no diría que está orientada hacia la resolución del problema de las sectas satánicas, que existe desde hace mucho tiempo y que creo seguirá existiendo, sino que diría que pueden contribuir a hacer frente a los problemas que un fenómeno de este tipo puede suponer para la sociedad contemporánea y la comunidad eclesial. La primera cuestión que hay que considerar es, sin duda, el respeto de la dignidad humana y la libertad religiosa, y este es un problema que afecta tanto a la sociedad civil como a la Iglesia. Estoy convencido que este curso puede dar una contribución valiosa a abordar un tema tan delicado como este, así como la relativa prevención de una posible actividad criminológica por parte de tales cultos. También sin duda puede ayudar a proporcionar un enfoque adecuado y profesional al complejo sufrimiento psíquico y espiritual de la persona humana.
De acuerdo con la experiencia adquirida durante estos años , ¿cuáles son los países donde hay un mayor interés en el aprendizaje de la teoría y la práctica del exorcismo y la oración de liberación?
--Giuseppe Ferrari: No sabría decirlo con certeza porque allí donde promovemos el curso, se manifiesta un interés increíble por parte de la gente. Por ejemplo, este año tenemos inscritos de más de 33 países de los cinco continentes. Sólo de Corea, se han inscrito treinta personas. Por lo tanto, yo diría que el interés se ha extendido por todas partes.
¿Cuáles son los principales temas que el curso tiene como objetivo profundizar?
--Giuseppe Ferrari: La característica principal del curso es involucrar un gran número de disciplinas diferentes creando así una formación multidisciplinar que pueda ofrecer una visión completa, a 360 grados, de todos los aspectos que deben ser conocidos por aquellos que quieran explorar el tema del exorcismo y la oración de liberación. Estos aspectos son: antropológicos, la magia de algunas terapias alternativas, bíblicos, teológicos, pastorales, espirituales, litúrgicos, canónicos, sociológicos, fenomenológicos, sociales, farmacológicos, médicos, psicológicos, físicos, simbólicos, criminológicos, jurídicos y legales. Además habrá un análisis profundo en la práctica del exorcismo, con la participación de algunos exorcistas que aportarán su experiencia y que hablarán de casos específicos.
¿Quién realiza el curso, puede convertirse en un exorcista ? ¿Cuál es el objetivo fundamental del curso?
--Giuseppe Ferrari: Quién participa en el curso no se convierte automáticamente en un exorcista. Para ejercer el ministerio del exorcismo no hay obligación de haber realizado el
curso, sino haber recibido el encargo del propio obispo. El objetivo del curso es preparar a los sacerdotes – que sean exorcistas, no importa - para ofrecerles una preparación en este campo. Lo ideal sería que participasen especialmente sacerdotes no exorcistas, que están en directo contacto con personas para que puedan prepararse y aprender a escuchar y entender sus problemas y sus sufrimientos, que no son sólo físicos sino morales y, a menudo, espirituales y existenciales. En definitiva, creo que esto es lo que el Papa Francisco está pidiendo a los sacerdotes, que se den cuenta de que hoy la gente y especialmente los jóvenes, se dejan involucrar fácilmente con ideas y experiencias extrañas y el sacerdote, más que nunca, tiene que volver a ser un punto de referencia espiritual para ellos. Esto lo puede hacer sólo conociendo bien lo que la sociedad y la mundanidad de hoy proponen. Este curso tiene la ventaja de analizar en profundidad una realidad particular y generalizada del mundo contemporáneo en diferentes facetas.
¿Qué es el GRIS y por qué se apoya el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum en él para la organización de este curso?
--Giuseppe Ferrari: El GRIS es una asociación, aprobada por la Conferencia Episcopal Italiana, que se ocupa de investigación e información en el contexto socio-religioso, abordando temáticas sea desde el punto de vista cultural como social. En este último aspecto también abre centros de asesoramiento a través de los cuales ofrecen asistencia y apoyo a las personas que viven momentos difíciles como resultado de su participación o la de algún miembro de su propia familia en grupos religiosos o actividades que sean incompatibles con un enfoque religiosos claro y con un uso correcto de la razón. Los centros de atención reciben muchas peticiones de gente que sufre principalmente a nivel espiritual y existencial, a las que nadie da una atención adecuada o competente. Esto, nos lleva a la convicción de que el GRIS está trabajando en aquellos ambientes a los que el Papa Francisco llama “periferias existenciales”.
El GRIS colabora con el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum en la organización de este curso desde el 2004 cuando se propuso la iniciativa de crear juntos un curso sobre exorcismo y oración de liberación. De hecho, ya trabajaban juntos en la creación y promoción de diversos eventos y conferencias por lo que surgió, de manera espontánea, la petición de colaboración en la realización del curso. Una cosa que me gusta recordar es que en las dos primeras ediciones del curso (2005 y 2006) participó como ponente con la tarea de tratar los aspectos canónicos, el obispo Velasio De Paolis. Sólo unos pocos años más tarde, en el 2010, fue nombrado por el Papa Benedicto XVI Delegado Apostólico de la Congregación de los Legionarios de Cristo y el mismo año nominado cardenal.