La revista del Califato Islámico, del nombre Dabiq, pone en su tapa un fotomontaje del exterior de la basílica de San Pedro, con una bandera negra del movimiento islamista y el título ‘La cruzada fracasada’.
El artículo que acompaña el foto montaje, ataca a Roma y los romanos, porque ‘cruzados occidentales’. Y el presidente Barack Obama, es definido como el jefe del mal.
La provocación quiere desmentir la existencia del islam respetuoso, como demostró el reciente viaje del papa Francisco en Albania, 21 de septiembre pasado, país de mayoría musulmana en la que conviven sin problemas las diversas religiones. O el abrazo del Santo Padre en la explanada del Templo, en Israel, con un musulman y un judío.
La revista on-line no esconde el fanatismo que les mueve, con fotos y artículos elogiando la violencia, incluso los casos de los rehenes decapitados. En otro artículo hablan de los Yazidi, uno de los pueblos más antiguos de la región, reducidos a esclavitud, así como de las mujeres y niños secuestrados y vendidos.
El Califato lanzó también amenazas contra los dirigentes de twitter, después que fueron bloqueados los mensajes de milicianos y simpatizantes que transmitían publicidad de las ejecuciones de rehenes, según indicó el gerente de la empresa Dick Costolo.
Louis Sako, patriarca de babilonia de los caldeos, en declaraciones hechas en Roma y transmitidas hoy por Rai News 24, indicó que “la masa musulmana no está con el Califato islámico, es que tienen miedo de reaccionar. También ellos, miles de musulmanes fueron asesinados. Hay 1,5 millones de musulmanes que han sido desplazados y en un contexto muy politizado”.
Y denunció que “hay una política que no quiere en Oriente Medio países económicamente, ni militarmente fuertes. Hay un plan sobre todo esto», dijo. Indicó que considera necesaria una intervención vía tierra para librar a las aldeas de estos cristianos y otras minorías, para que puedan volver a sus casas.