El Pontificio Consejo Justicia y Paz, en colaboración con la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales, con líderes de diversos movimientos, ha organizado del 27 al 29 octubre de 2014 un Encuentro Mundial del Movimiento Popular.
El evento ha sido presentado este viernes en la Sala de Prensa de la Santa Sede por el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz; por Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales; y por Juan Grabois, del Comité Organizador del Encuentro y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular.
El cardenal Turkson afirmó que era esencial para la Iglesia y para el mundo ''escuchar el grito de justicia'' de los excluidos.“Los marginados deben ser protagonistas de sus propias vidas y no receptores pasivos de la caridad o los planes de otros. Deben protagonizar los cambios económicos, sociales, políticos y culturales que son tan necesarios”.
“Estamos agradecidos al papa Francisco --indicó Mons. Sanchez Sorondo-- que con su inspiración en el Espíritu Santo en favor de los últimos y de la realización de las bienaventuranzas, nos hizo ver estos aspectos que no eran tan centrales antes de sus indicaciones”. Añadió que "nos hizo estudiar el tema" y le llamó a él "para presentarme a Juan Grabois".
Recordó que este encuentro ha sido preparado con otro anterior sobre la 'emergencia excluidos', con la participación del cardenal Turkson, e importantes personalidades.
Una frase muy importante en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, señaló Sanchez Sorondo, es: “Mientras no se resuelva rádicalmente el problema de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados, la especulación financiera y las causas estructurales de la inequidad no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es la raíz de todos los males sociales”.
El canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales consideró que es un tema nuevo para las ciudades europeas, porque son pequeñas respecto al tamaño de las grandes metrópolis de América y Asia. Y es en las bidonvilles, o 'villas miserias' de esas enormes ciudades que nacen estos movimientos populares, con líderes que organizan trabajos no reconocidos por los sindicatos tradicionales.
Recordó que el Papa cuando era arzobispo de Buenos Aires tuvo una experiencia muy importante, entendió "una de las causas más dramáticas de lo que él llama la 'globalización de la indiferencia'". Y que estas personas no integradas provocan manifestaciones y violencia. Además, dijo Sanchez Sorondo, es un fenómeno a nivel global que tiende a aumentar: se habla que el 70 por ciento de los trabajadores de India pertenecen a este tipo de sociedad, el 40 por ciento de los Filipinos y una cantidad similar en América Latina.
El primer y el tercer día del encuentro tendrá lugar en el Salesianum en la Via della Pisana; el segundo día (28/10) en el Aula Vieja del Sínodo, y contará con la participación del Santo Padre. El encuentro está destinado principalmente a las organizaciones y movimientos de los excluidos.
Obispos y otros trabajadores de varios países están invitados, con el fin de estimular el diálogo y la colaboración con la Iglesia. La reunión se llevará a cabo en español, francés, inglés, italiano y portugués. El encuentro concluirá con la creación de una instancia internacional de coordinación entre los movimientos populares con el apoyo y colaboración de la Iglesia.
Se espera la participación de unos 100 delegados de diferente procedencia, que reúnen a los trabajadores precarizados, temporales, migrantes, y los que participan en el sector popular, informal y/o de autogestión, sin protección legal, reconocimiento sindical ni derechos laborales. También a los campesinos sin tierra y los pueblos indígenas. Y quienes viven en los suburbios y asentamientos informales, los marginados, sin infraestructura urbana adecuada.
El dirigente popular Grabois indicó que más allá del anhelo de los grandes ideales de justicia y paz, el encuentro tiene objetivos concretos: que las mayorías populares puedan acceder a la "tierra, techo y trabajo". Agradeció al Papa porque "nos fortalece para seguir adelante en nuestra convicción activa de que un mundo mejor es posible".
Mons. Marcelo Sánchez Sorondo respondiendo a ZENIT, indicó que con la Evangelii Gaudium el papa Francisco no cambió la Doctrina social de la Iglesia, aunque cambió su enfoque si se toma la frase "globalización de la indiferencia". Precisó también que no se trata de cuestiones políticas partidistas, ideológicas, sino de despertar a la política en el sentido de la Polis hacia esta realidad de los marginados, para lograr su integración.
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