Pakistán: Asia Bibi pide al Papa que rece por su libertad

La mujer cristiana condenada a la horca escribe una carta a Francisco

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Asia Bibi, mujer cristiana y madre de cinco hijos condenada a la horca por blasfemia en Pakistán, ha escrito al papa Francisco después de que el Tribunal Superior de Lahore confirmara el pasado 16 de octubre su sentencia a muerte. «Papa Francisco, soy tu hija, Asia Bibi. Te ruego: reza por mí, por mi salvación y por mi libertad. En este momento sólo puedo encomendarme a Dios, que es el Omnipotente, aquel que todo lo puede», afirma la humilde campesina en su carta.

«Todavía me aferro con fuerza a mi fe cristiana y me nutro de la confianza en Dios, mi Padre, que me defenderá y me devolverá la libertad. También confío en ti, Santo Padre Francisco, y en tus oraciones», prosigue el texto de la misiva.

«Papa Francisco, sé que estás rezando por mí con todo el corazón. Sé que, gracias a tu oración, mi libertad podría ser posible. En el nombre de Dios Omnipotente y de su gloria, te expreso todo mi agradecimiento por tu cercanía, en este momento de sufrimiento y desilusión», le dice Asia Bibi al Santo Padre.

«Mi única esperanza es poder ver un día a mi familia reunida y feliz. Yo creo que Dios no me abandona y que tiene un proyecto de bien y de felicidad para mí, que comenzará dentro de poco. Agradezco a todas las personas que en las comunidades cristianas de todo el mundo rezan por mí y hacen lo posible por ayudarme», asegura la mujer cristiana, que se encuentra en una cárcel de Multán desde hace 5 años. 

El esposo de Asia Bibi, sus abogados y las personas de la Renaissance Education Foundation, que se encargan de la familia, le comunicaron recientemente que los «tiempos del proceso se alargaron más», pues temían que la noticia de la ratificación de la condena pudiera provocar un nuevo decaimiento en el ánimo de la mujer cristiana, que sigue en condiciones de salud muy frágiles. 

Asia Bibi fue denunciada por blasfemia el 19 de junio 2009 por el mulá musulmán Qari Muhammad Salam, ante la policía de la ciudad de Nankana Sahib. Después de un juicio ante el Tribunal de Primera Instancia de Nankana Sahib, la mujer fue condenada a la horca el 8 de noviembre de 2010. 

El recurso fue presentado ante el Tribunal Superior de Lahore el 11 de noviembre de 2010, pero, por razones de oportunidad, de contexto, de presiones religiosas y políticas, sólo cuatro años después fue tomado en consideración y puesto en el calendario de la Corte.

Tras cinco aplazamientos de la vista que debía revisar la condena de Asia Bibi, el tribunal de apelación de Lahore confirmó el pasado día 16 la sentencia de muerte. Ahora los abogados de la defensa han recurrido a la última instancia del país, la Corte Suprema.

Aunque las pruebas son más que dudosas, la presión islamista sobre los tribunales ha impedido un juicio justo. Sólo la presión internacional podrá evitar que se consume la ejecución de Asia Bibi y que el Tribunal Supremo anule la sentencia.

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ZENIT Staff

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