Una de las sorpresas del papa Francisco durante su viaje a Corea de Sur este verano, fue su viaje en tren desde Seúl hasta Daejeon. El trayecto que separa la capital coreana de Daejeon, unos 150 kilómetros, se puede hacer en coche o en tren. Para la visita del Pontífice estaba previsto el uso de un helicóptero militar que no llegó a realizar porque Francisco usó el tren. Esta fue la primera vez que Francisco viajaba en un tren de alta velocidad, según aseguró él mismo ese día.
Ahora, en el lugar que él uso hay una placa conmemorativa y la compañía ferroviaria ha decidido destinar a la beneficencia el precio de cada billete adquirido para ese asiento, tal y como ha informado la agencia Asia News.
Y este es sólo uno de los tantos pequeños gestos de caridad que se han desarrollado en Corea después del viaje del Santo Padre a este país el pasado mes de agosto. El obispos de Daejeon, monseñor Lazzaro You Heung-sik, viajó a Roma para algunas conferencias y aprovechó la ocasión para entregar al Papa una lista de «pequeñas buenas obras» nacidas gracias a su visita, confirma la agencia. «Tanto las organizaciones civiles como las religiosas no se han quedado indiferentes a su paso. Cada uno ha decidido hacer algo para conservar vivo el recuerdo de su visita», ha afirmado el prelado.
Finalmente, se indica también que el gobierno de Seúl ha designado el santuario de los mártires de Solmoe «Tesoro Nacional». En ese mismo lugar ha nacido el «Parque de papa Francisco», donde pronto nacerá una «Casa del Peregrino» para recordar el encuentro del Santo Padre con los jóvenes asiáticos. Asimismo, se construirá un Centro juvenil en el santuario de la diócesis de Daejeon, donde tuvo lugar la misa de clausura de la Jornada de la Juventud de Asia. Además, sobre los lugares de la captura, persecución y muerte de los mártires coreanos -sobre todo en la zona de Naepo- nacerá un recorrido a pie, «bajo el modelo del Camino de Santiago en España».
