«Gracias al papa Francisco, América Latina ha devuelto el tesoro que recibió hace cinco siglos. Con él, el continente sudamericano ha recuperado un papel central no sólo en lo social, sino también en lo espiritual». Son las palabras del secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, Guzmán Carriquiry, durante la conferencia titulada «El camino y los desafíos de Francisco», que ha tenido lugar este jueves por la tarde en el salón de la Protomoteca del Palacio del Capitolio romano. El encuentro, organizado por la Libre Universidad de María Santísima Asunta (Lumsa) y la Asociación «Buona Cultura», ha servido para hacer balance de estos dos años de pontificado y abordar los posibles desafíos a los que se enfrentará el Santo Padre en el futuro.
«Bergoglio –ha dicho Carriquiry– será sin duda muy libre e independiente en sus decisiones, pero nunca actuará de manera traumática. Él trabaja para el bien de la Iglesia, y en cada acción se concentra la sabiduría de un buen cristiano».
El secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, amigo del Pontífice argentino desde hace muchos años, ha asegurado que está «confortado» por el gran número de fieles que cada día apoyan el trabajo del Obispo de Roma: «Hay grandes recursos dentro del mundo católico –ha indicado Carriquiry– que no ven la hora de movilizarse para dar fuerza a esa Iglesia que va al encuentro de las periferias, tanto existenciales como geográficas, de las que el Papa nos habla a menudo».
