¿Qué decir sobre la homilía? Estaba pensando en ello cuando me encontré con estas palabras que dirigió el Papa a los sacerdotes de Roma el viernes pasado:

"La homilía, no debe ser ni «sofisticada» ni un «show», sino que debe estar arraigada en la vida, en la oración y en la capacidad del ministro de entrar en comunión con el «pueblo de Dios», hasta el punto de llorar con él".

Y esto es lo que queremos los niños. ¿No somos acaso todos niños deseando aprender y saber lo que quiere Dios de nosotros? ¿No desconectamos también nosotros, los mayores, cuando nos hablan de cosas que no nos dicen nada o ni siquiera entendemos? A veces puede ser muy duro para nuestros hijos...

Una solución puede ser ir a las misas catequéticas en las que el sacerdote se dirige a los niños que van a hacer la primera comunión. O preguntarles a ellos a cual quieren ir si podemos escoger.

Aún así a muchos niños les cuesta mantener la atención auditiva y se pierden, y al perderse desconectan. A veces miro a mis hijos y les veo la mirada perdida, entonces les digo algo para que regresen a la tierra o rezo por ellos para que el Señor les vaya ayudando a vencer esas dificultades.

Yo les pediría a los sacerdotes que piensen en los niños que tienen problemas de aprendizaje y que se adapten. Lo que les sirve a ellos nos sirve a todos; ideas concretas (y no muchas), frases cortas, lenguaje sencillo y directo...

Y nosotros, los padres, podríamos ayudarles a mantener la atención proponiéndoles un juego: el que sea capaz de decir ideas que nos han dicho en la homilía o sugerir preguntas o dudas... gana un premio al salir de Misa. Una chuche o caramelo siempre es un buen aliciente o unas cosquillas de papá o mamá.