El papa Francisco ha afirmado este domingo, Día Internacional de la Mujer, que “un mundo donde las mujeres son excluidas es un mundo estéril”. Hoy, 8 de marzo, es una ocasión “para reafirmar la importancia de las mujeres y la necesidad de su presencia en la vida”, ha recordado.
Tras el tradicional rezo del Ángelus, el Santo Padre ha agradecido la labor de todas las mujeres que a diario “buscan construir una sociedad más humana y acogedora”, en especial, a todas aquellas que “testimonian el Evangelio y trabajan en la Iglesia”.
Así, el Pontífice argentino ha advertido que “las mujeres no sólo traen la vida sino que nos transmiten la capacidad de ver más allá” y ha destacado su “capacidad de ver el mundo con ojos distintos y con un corazón más creativo, más paciente y más tierno”.
El Obispo de Roma ha concluido estas palabras asegurando “una oración y una bendición particular para todas las mujeres”.
Antes de la oración mariana, el Papa ha reflexionado sobre el episodio del Evangelio que narra cuando Jesús echó del templo a los mercaderes. “Los verdaderos adoradores de Dios no son los custodios del templo material, los poseedores del poder y del saber religioso, sino aquellos que adoran a Dios en espíritu y verdad”, ha explicado.
Además, ha llamado a los miles de fieles reunidos en la Plaza a buscar la “belleza del encuentro con Cristo” y a permitir que Dios haga limpieza en los corazones.
Frente al miedo de ser apaleados, Francisco ha subrayado que el Señor hace limpieza “no con la fusta sino con la misericordia”.