Las técnicas de reproducción asistida en Latinoamérica

Observatorio de Bioética Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir

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Al igual que en Europa y en otros países occidentales, también en Latinoamérica existe un registro que recoge datos de la reproducción asistida en ese área geográfica.

En efecto, en 1990 se estableció el Registro Latinoamericano de Reproducción Asistida, (RLA), que fue el primero en el mundo promovido con estos fines. Desde esa fecha se siguen publicando informes. El último de ellos, correspondiente a la 24 edición, recoge datos de 2012 y se ha publicado en Reproductive Biomedicine Online (30; 43-51, 2015).

En él se incluye información de 155 clínicas y servicios de reproducción asistida, pertenecientes a 14 países de ese Continente, correspondientes al año 2012, que evalúan 47.326 ciclos, que representan aproximadamente el 80% del total de ciclos habidos.

Un primer aspecto a destacar, en un continente donde la maternidad suele ser temprana, es que el 39% de las fecundaciones in vitro e inyecciones intracitoplasmáticas de esperma (ICSI) se llevaron a cabo en mujeres de 35 a 39 años y un 31% en mujeres de 40 años o más. Es decir que el 70% de estas técnicas se utilizaron en mujeres de más de 35 años. De todos es sabido los inconvenientes médicos y sociales que conlleva retrasar la maternidad.

Otro dato a evaluar, es la eficacia de estas técnicas. En relación con ello se constata que el índice de nacimientos por ciclo iniciado fue del 20.9% para el ICSI y del 26.5% para la fecundación in vitro, porcentajes, a nuestro juicio, más bajos de lo que habitualmente se comunica en los folletos de propaganda de la mayoría de las clínicas que se dedican a la reproducción asistida. Esto puede suponer información engañosa para las potenciales usuarias, lo que sin duda implica una conducta ética negativa.

Cuando se trasfirieron embriones, el índice de nacimientos fue del 30% en mujeres de 34 años o más jóvenes.

Otro tema importante son los embarazos múltiples, pues es ampliamente admitido los riesgos que tienen. El porcentaje de embarazos gemelares fue del 20.6% y el de triple del 1.2%, muy superior a la de los embarazos conseguidos por vía natural.

De estos datos cabe destacar la baja eficacia de estas técnicas, de lo que se debería informar  los posibles usuarios, pues, con independencia de las dificultades morales que tiene la procreación asistida, su baja eficacia es también un aspecto que podría influir decisivamente en las decisiones de las mujeres que recurren a ella.

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Justo Aznar

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