El cardenal William Wakefield Baum, penitenciario mayor emérito y arzobispo emérito de Washington, ha fallecido este jueves en Estados Unidos a los 88 años.
Por ello, el Santo Padre ha enviado un telegrama al arzobispo de Washington, el cardenal Donald William Wuerl. De este modo, el Papa expresa su tristeza al conocer la muerte del purpurado, y ofrece “mis sinceras condolencias, junto con la seguridad de mis oraciones, a vosotros y a todos los fieles de la arquidiócesis”. Expresando su gratitud por su servicio episcopal en Springfield-Cape Girardeau y en Washington, y por su largo servicio a la Sede Apostólica como prefecto de la Congregación para la Educación Católica y, posteriormente, penitenciario mayor de la Penitenciaría Apostólica, Francisco se une a los fieles “al encomendar el alma del difunto cardenal al Dios Padre de misericordia”.
Finalmente, el Pontífice envía su bendición apostólica “como prenda de fortaleza y consuelo en el Señor” a “los que lloran por el cardenal Baum en la esperanza de la Resurrección”.
El purpurado, originario de Dallas, fue creado cardenal por el Papa Pablo VI en el Consistorio del 24 de mayo de 1976.
Con el fallecimiento del cardenal Baum, el colegio cardenalicio queda compuesto por 220 purpurados, de los cuales 120 son electores.