El santuario de Nuria, situado en un valle pirenaico a dos mil metros de altura, al que sólo se puede acceder a pie o en tren cremallera, ha inaugurado este martes el primer monumento en recuerdo y agradecimiento al papa Francisco por su encíclica Laudato Si’ dedicada a la ecología humana integral.
El arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, ha bendecido el monolito en el transcurso de las actividades de la festividad de san Gil, fiesta de los pastores y un día emblemático para este lugar.
El monumento muestra la siguiente inscripción en lengua catalana: “El Santuario de la Virgen de Nuria y Vall de Núria en recuerdo y agradecimiento a Francisco por su Encíclica sobre la ecología humana integral. ¡Alabado seas Señor!” e incluye un fragmento de la encíclica.
Antes de este homenaje, el arzobispo de Urgell ha presidido la Santa Misa, donde se ha leído el mensaje del Santo Padre con motivo de la bendición y la instalación del monolito.
En su homilía, Mons. Vives ha recordado que san Gil implantó en Nuria la fe cristiana y es donde nació la devoción a la Virgen. Además, ha recordado la designación del santuario como basílica, “un lugar muy unido al Papa, acogedor, que hoy justamente acoge la jornada de oración alabanza a la Creación” y que nos llama la atención a trabajar por el ecologismo, a ser parte de la Creación y a preservar la naturaleza para las nuevas generaciones.
En esta línea, el prelado ha instado a los presentes a preocuparse por los pobres y los inmigrantes, en un sentido amplio de la ecología, y ha pedido la protección de la Virgen de Nuria para las personas que se ven en la necesidad de exiliarse.
Por último, Mons. Vives ha recordado que Cataluña ha acogido a un millón y medio de inmigrantes a lo largo de su historia reciente sin rastro de xenofobia en la sociedad, y ha exhortado a María Santísima para que “no entre el maligno a través de la división de los pueblos y las personas”.
La basílica de la Virgen de Nuria está ubicada en un valle pirenaico situado en el término municipal de Queralbs, en la provincia de Girona, al norte de España. En este santuario se redactó en 1931 el primer estatuto de autonomía de Cataluña.