Cómo hacer para que los jóvenes se conviertan en maestros de otros jóvenes de su propia generación, para que no haya niños de la calle, aprovechando para ellos los instrumentos informáticos.
Este es uno de los temas tratados por la Pontificia Academia de las Ciencias en el congreso titulado “Los niños y el desarrollo sostenible: un desafío para la educación”, que se ha concluido este lunes en el Vaticano.
Lo indicó el Canciller de la Academia, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, al explicar el encuentro a los periodistas reunidos en la sala de prensa del Vaticano. Y añadió que se trata de entender cómo hacer hoy un programa de desarrollo sostenible, de educación sostenible, que supere a los modelos fracasados, porque en la causa de casi todos los problemas está la falta de educación.
«Es un encuentro –indicó el canciller– que principalmente es un debate, con expertos de alto nivel llegados de los más diversos países, buscando soluciones, que incluyen el tema de la educación y también el del clima».
Explicó además la diferencia en el Vaticano entre las Congregaciones y las Academias: las Pontificias Congregaciones son instrumentos que deben hacer la pastoral del Papa, así como los ministerios tienen que aplicar las normativas de sus gobiernos. En cambio, las Academias Pontificias son un lugar de discusión.
En la presentación, el profesor de la Universidad de Göttingen Joachim von Braun indicó que la educación es fundamental para el desarrollo, tiene que ser accesible, barata, y también llegar a las áreas rurales.
La informática, por ejemplo, puede ser una herramienta extraordinaria si logra entusiasmar a los jóvenes para que eduquen a otros jóvenes. Y señaló un ejemplo virtuoso: en zonas rurales de Perú y en Ghana, en donde los jóvenes gracias a internet acaban siendo educadores de las comunidades y familias campesinas.
También la salud y la alimentación dependen de la educación, explicó, y cuando uno da esos instrumentos de conocimiento, el joven se convierte también en educador.
Mons. Sánchez Sorondo concluyó recordando que en la web de la Pontificia Academia de las Ciencias (www.pas.va) «estarán las conclusiones de este encuentro, como se hace siempre después de los debates, con gente extraordinaria que da contribuciones importantes”.