El papa Francisco ha llegado a África. El Airbus 330 de Alitalia que lo llevaba hasta Kenia aterrizó a las 17.00, hora local, las 15.00 de Roma, en el aeropuerto “Jomo Kenyatta” de Nairobi.
En el avión, el Pontífice saludó uno a uno a los 75 periodistas que lo acompañaron en el vuelo papal, e indicó su deseo de que el viaje apostólico «dé los mejores frutos, tanto espirituales como materiales». Un periodista le preguntó si estaba preocupado por las amenazas del terrorismo, el Papa le tranquilizó diciendo que «el único peligro son los mosquitos».
El nuncio apostólico, monseñor Daniel Charles Balvo, y el jefe de protocolo, subieron al avión para darle la bienvenida al Pontífice, que al bajar ha sido recibido por el presidente de la República, Uhuru Kenyatta, una niña que le ha entregado una ofrenda floral y delante del avión, por grupos folclóricos que lo han recibido con bailes y cantos.
Estaban presentes en el aeropuerto algunas autoridades del Estado, así como el cardenal John Njue, arzobispo de Nairobi, y monseñor Philip A. Anyolo, presidente de la Conferencia Episcopal, acompañados por algunos obispos y un pequeño grupo de fieles.
Desde el aeropuerto, el Santo Padre se ha dirigido a la ceremonia de bienvenida en la State House, donde además de reunirse con el presidente, se celebrará un encuentro con las autoridades del país y el cuerpo diplomático. En este encuentro pronunciará, en inglés, el que será el primer discurso de su visita a África.
«El Papa no usará chaleco antibalas ni coche blindado, sino que se moverá en el jeep descubierto porque quiere tener el mayor contacto posible con la gente», indicó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, durante la presentación del viaje a África la semana pasada.
