El santo padre Francisco se despidió hoy domingo temprano de Uganda y partió hacia República Centroafricana, iniciando así su quinto día del viaje apostólico en África, que inició el pasado miércoles 25 y concluye mañana, lunes 30, hacia el medio día.
El Papa inició su viaje en Kenia, siguió en Uganda y ahora en República Centroafricana entra en la tercera etapa, la fase más peligrosa porque el país vive una situación de guerra civil, con la presencia de fuerzas internacionales de las Naciones Unidas que intentan desarmar a las facciones violentas.
El vuelo despegó poco después de las 9,30 locales desde el aeropuerto de Entebbe, donde ha saludado a las autoridades religiosas y civiles del país al que llegó el viernes por la tarde. Le acompañan en el Airbus 330 de Alítalia, 74 periodistas. El el vuelo Francisco regaló una torta de cumpleaños a una periodista francesa y a una hostess de la aeronave. El vuelo hacia Bangui es de dos horas y 45 minutos y la distancia es 1.618 kilómetros.
En Uganda visitó ayer sábado el santuario de los mártires anglicanos en Namungo y a tres kilómetros de allí fue al santuario católico de los mártires de Namugongo, poniendo de relieve la importancia del ecumenismo de la sangre.
En la basílica de los mártires de Uganda, en la colina de Namugongo, el Santo Padre presidió la santa misa ante miles de fieles que le recibieron con gran alegría. Allí, en la homiía invitó a compartir el don del Espíritu Santo.
Por la tarde tuvo un encuentro con los jóvenes en Kololo Air Strip en Kampala, a quienes invitó a transformar el odio en amor. A continuación fue la visita a la casa de la caridad de Nalukolongo.
Al atardecer tuvo otros dos encuentros, uno con los obispos de Uganda y otro en la catedral con los sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas.