(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco recibió este lunes en el Vaticano al jefe de Estado de Luxemburgo, el gran duque Enrique de Luxemburgo, acompañado por su esposa cubana, María Teresa Mestre Batista, sus cinco hijos –tres de ellos acompañados por sus consortes– y tres nietos, y el capellán de la corte.
Ambos cónyuges, que se conocieron en Ginebra en la facultad de Ciencias Políticas y se casaron en 1981, conversaron en privado con el Santo Padre, y al final intercambiaron regalos, en una audiencia que duró unos 25 minutos.
Concluida la parte privada de la audiencia, el gran duque Enrique, quien se encuentra al mando desde el 2000 en el pequeño país de Europa del norte tras de la abdicación de su padre, le regaló una foto de su familia, con los cinco hijos y consortes, con la dedicatoria: “A nuestro Santo Padre Francisco con el respetuoso y filial cariño de toda nuestra familia”.
El Papa saludó también a los tres nietos, la más pequeña de unos dos años, vestida de blanco con una cinta y moño rosado. Finalmente, el Santo Padre les regaló la medalla del pontificado, y los documentos pontificios Laudato Si’ y Evangelii Gaudium.
La audiencia concluyó con una bendición que el Pontífice impartió a toda la familia, seguida por el pedido “y por favor recen por mí”, dicho en francés. Respondieron con «cuente con ello» y “gracias por todo lo que hace por la Iglesia y por el mundo”.
El gran ducado de Luxemburgo, es una monarquía constitucional que forma parte de la Unión Europea, ente que tiene varias sedes en su capital. Pertenece también a la ONU, OTAN. Cuenta con medio millón de habitantes, así como una economía desarrollada y según el Banco Mundial es el país con mayor renta per capita del mundo.