(ZENIT – Roma).- “Siento un gran sufrimiento al ver a tantas personas, padres y sobre todo niños, en condiciones de degradación inaceptable. También he visto la voluntad de rescate y su deseo de superar esta condición. Se sienten abandonados y lo están. Por tanto, debemos hacernos cargo de ellos”. Es la reflexión que hace el cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, después de la visita realizada la tarde de este martes al campamento gitano de Castel Romano, a las afueras de Roma, según informa el diario online de la diócesis de Roma, Romasette.it.
La visita al asentamiento que se sitúa a veinte kilómetros de Roma duró más de tres horas y refleja la dramática situación, entre “calles embarradas, ratas y chabolas rematadas con madera y cinta adhesiva”. Un situación que avergüenza al mundo, indigna de una ciudad como Roma –afirma el cardenal vicario– ni siquiera después de la guerra he visto algo parecido.
Vallini, que habló con muchas familias del campamento y se informó sobre su condición, estaba acompañado por monseñor Pierpaolo Felicolo, director de la oficina diocesana para la pastoral de las migraciones, y de algunos voluntarios comprometidos junto a las familias gitanas del campamento.
El rescate –subraya el vicario de Roma– surge del compromiso de quien vive en estos campamentos, haciendo que no se transformen en descargas, sino que las instituciones y los ciudadanos deben liberarse de preconceptos y prejuicios. Así, concluye asegurando que siente el deber de “solicitar a las instituciones superar lo antes posible esta vergüenza”.
Cardenal Vallini en el campamento Rom - © RomaSette.it
El cardenal Vallini denuncia el “degrado inaceptable” en su visita a un campamento gitano
El vicario de Roma señala: «debemos hacernos cargo de ellos» y pide la intervención de las instituciones