(ZENIT – Roma).- Entre las numerosas iniciativas que los peregrinos de Cracovia encontrarán en la Jornada Mundial de la Juventud, está también un proyecto de educación afectivo-sexual para jóvenes y adolescentes promovido por el Pontificio Consejo para la Familia.
Elaborado con la ayuda de expertos de la Conferencia Episcopal Española, el recorrido dividido en seis unidades quiere dar una educación integral a los jóvenes para desarrollar armónicamente la dimensión afectiva sexual a través de decisiones y etapas maduradas progresivamente. Desde ayer se puede encontrar el proyecto en www.educazioneaffettiva.org, en cinco idiomas entre los cuales el español.
Para saber más, ZENIT entrevistó al coordinador, Mons. Carlos Simón Vazquez, subsecretario del Dicasterio para la Familia, quien además de ser teólogo es médico y cirujano.
¿Nos puede ilustrar este proyecto?
–Mons. Carlos Simón Vazquez: El proyecto de educación afectivo sexual es el primer fruto a nivel mundial en esta materia que aparece después de la publicación de Amoris Laetitia. En esta exhortación apostólica el Papa Francisco en numerosas ocasiones habla de educación en general, de educación en la familia y de educación a la sexualidad. Señalo simplemente los capítulos centrales IV y V de belleza grande y que podrían entenderse como el marco donde después en el capítulo VII Amoris Laetitia habla de “Fortalecer la educación de los hijos”. Más concretamente todavía el Papa nos señala el Sí a la educación sexual en los números 280 a 286.
¿A quién se dirige principalmente la iniciativa?
–Mons. Carlos Simón Vazquez: El proyecto es una herramienta que ayuda principalmente a los jóvenes en algo que toca a cada persona en lo íntimo de su ser: “aprender a amar para ser feliz”
Pero no solamente a los jóvenes va dirigido el proyecto. También al enseñante o pedagogo que intenta transmitir no solamente contenidos, sino experiencias, estilos de vida, recursos de comunicación. En este sentido, el curso prevé una guía para el enseñante, unas fichas para el alumno y actividades complementarias como por ejemplo el campo del cine.
Es importante señalar que el curso está pensado para las diferentes edades de la adolescencia y juventud y el “lugar del encuentro, la aventura del amor” que así se llama el proyecto, es ante todo un camino a realizar a lo largo del tiempo por una comunidad de personas convocadas a intercambiar experiencias a dialogar sobre los logros y los fracasos en esta materia.
En definitiva a construir una comunión de vida y de intentos en algo importante para la felicidad futura de muchos jóvenes. El simple hecho de que la afectividad y la sexualidad van integradas en la educación y en el desarrollo de la personalidad es ya algo en si positivo. Me gustaría resaltar que el proyecto no es un curso cerrado y terminado de una vez, sino que está llamado a ser perfeccionado y mejorado en el tiempo precisamente a través de tantas personas que querrán dialogar con el proyecto mismo. Desde el primer momento, esta idea es central conocerla.
En este momento en el que se asiste a una ‘sexualidad líquida’ que pone en discusión las bases antropológicas, ¿qué contribución puede dar este proyecto?
–Mons. Carlos Simón Vazquez: En las primeras unidades se intenta exponer las bases antropológicas adecuadas y necesarias para construir una vida conforme al proyecto de Dios sobre la sexualidad. Concretamente, en la vocación al matrimonio y a la familia como en la vida consagrada, la sexualidad y el mundo de los afectos deben ser educados para que ayuden a las personas a vivir en plenitud. Y lo harán integrando adecuadamente, es decir, humanamente, en sus vidas la vocación recibida de Dios la cual compromete de forma distinta la sexualidad. Por último, no le oculto que un objetivo muy concreto e inmediato también alcanzado en algunas partes del proyecto es el favorecer una guía adecuada a la preparación “remota” y en algunos casos “próxima” al matrimonio.
¿Cómo se inserta un curso de educación afectivo-sexual para los jóvenes en el contexto de la JMJ?
–Mons. Carlos Simón Vazquez: En la JMJ queríamos señalar la continuidad de la pastoral de la juventud con la pastoral de la familia. A veces parecerían como compartimentos estancos de realidades diversas. Las experiencias fundamentales del hombre-mujer que se dan en la familia, ser hijo-hermano, para ser luego padre-madre y ulteriormente esposo-esposa se dan en el marco familiar donde la afectividad y la sexualidad están presentes en todo el camino.
¿Cómo se estructura este curso?
–Mons. Carlos Simón Vazquez: El proyecto contiene 6 unidades: 1) Yo. Persona; 2) Tú. Sexualidad y personalidad; 3) Pongo en juego mi libertad; 4) El mal uso de la libertad: 5) Una ayuda adecuada en el camino de la vida; 6) el amor verdadero.
Como vemos, se parte de la persona que el en curso se presenta a través de la imagen de la tienda. Para montar una tienda es necesario conocer sus elementos: la lona, las piquetas, los palos y varillas, la puerta, el sobretecho etc., (cada unidad del proyecto reflejará un elemento en la construcción de la tienda que a su vez favorece un espacio físico y espiritual).
Es importante conocer cada elemento y su utilidad y cómo se relacionan entre ellos para dar consistencia a la tienda y poder así responder a su finalidad: ser una pequeña casa portátil, un lugar de encuentro. La construcción de ese lugar del encuentro es central para vivir una comunión de afectos, de proyectos, de vida. Hemos creído que la imagen de la tienda refleja ese sentido de construcción progresiva en el tiempo. Al final del recorrido, los jóvenes habrán adquirido herramientas suficientes para poder plantearse dos preguntas que encabezan el itinerario: ¿dónde pongo mi tienda? Y ¿con quién?
¿Es esta la finalidad de la iniciativa?
–Mons. Carlos Simón Vazquez: Las finalidades que se proponen son, ayudar a los jóvenes en la ‘aventura’ del amor algo central en sus vidas. Aportar conocimientos y herramientas a los pedagogos en estas materias e igualmente provocar un diálogo enriquecedor entre las personas que de un modo u otro están relacionadas con la educación a la sexualidad. Es necesario decir que, por pedagogo, no entendemos solo el profesor de la escuela o del colegio sino también los padres en las familias en primer lugar, los catequistas en las parroquias, sacerdotes y religiosos y religiosas dedicados a la educación, abuelos. En definitiva un público muy amplio que puede utilizar, desarrollar, enfatizar lo que consideren oportuno en sus circunstancias concretas porque cada persona y cada joven es único. Todo el curso es totalmente gratis.
Durante la JMJ el proyecto será presentado el martes 26 de julio a las 14 horas, por Mons. Simón y por los cónyuges Antonio y Celia Crespo, en el Centro de prensa de la Universidad AGH de Cracovia. Otras dos presentaciones serán siempre en Cracovia, en el Vocations Center, el 26 de julio a las 12, en español, y el 27 de julio a las 19 en inglés.
La educación sexual debidamente explicada es una riqueza para los jóvenes (Foto Pixabal CC0)
Educar a los jóvenes a una sana sexualidad y afectividad. Un proyecto del Dicasterio para la Familia
Entrevista al coordinador Carlos Simón Vazquez, sobre el curso online que será presentado en la JMJ de Cracovia