(ZENIT – Roma).- Un niño de 12 años que debajo de la camiseta de Messi cargaba una cintura explosiva fue bloqueado por los policías peshmerga, cuando iba a cumplir –no se sabe con cuanta conciencia– un atentado suicida haciéndose estallar.
Sucedió el pasado domingo por la tarde en Kirkuk, la capital del Kurdistán iraquí, y el atentado fue evitado gracias a la intervención de las fuerzas armadas autónomas de la región. Lo indica este martes el diario vaticano L’Osservatore Romano, titulando el artículo ‘La infancia violada que siembra terror’,
En un video puesto en internet se ve cuando el niño asustado llora y grita, mientras los policías lo liberan del explosivo y se lo llevan. También hay otro reciente caso análogo: el del atentado suicida durante una boda en Gaziantep, Turquía, por cuyas víctimas el papa Francisco rezó después del ángelus de este domingo pasado. Según algunos testigos habría sido un niño de 12 años quien se hizo estallar.
El de Kirkuk es solamente el más reciente de una serie de episodios en el cual la infancia ha sido violada para sembrar muerte y destrucción. Según algunos análisis, el Califato Islámico habría adiestrado más de 1.300 niños para “misiones de combate”. También en Nigeria los terroristas de Boko Haram han obligado con frecuencia a menores a cumplir atentados terroristas.
Kirkuk, mapa google
La infancia violada que siembra terror
Un niño de 12 años con una cintura explosiva fue desarmado por la policía de los peshmerga en Kurdistán