(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco recibió esta mañana en el Palacio Apostólico a los participantes del foro de diálogo promovido por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Instituto del Diálogo Interreligioso IDI, con el título “América en diálogo, nuestra casa común”.
“Sé que están trabajando conjuntamente en el proyecto de constituir un Instituto de Diálogo que abarque a todo el continente americano” les dijo el Santo Padre y les instó a “trabajar juntos” y “a seguir adelante para el bien no sólo de América, sino del mundo entero”.
Subrayó que es importante “apostar por una ecología integral” teniendo presente que el ser humano “es el culmen de la creación” y que las religiones tienen un rol muy importante en esta tarea.
En este sentido se inserta, señaló el papa Francisco, “proteger, promover, defender los derechos humanos”. O sea defender la vida en todas sus etapas, la integridad física y las libertades fundamentales, como la de conciencia, de pensamiento, de expresión y de religión.
Invitó además a los presentes a interrogarse “cómo en el país de cada uno, en su ciudad, en su medio ambiente, en su creencia religiosa, en su comunidad religiosa y en las escuelas, se ha incorporado esto”, o sea “no sólo como materia sino como conciencia, en una educación integral”.
Señaló que el diálogo interreligios “está fundado en la propia identidad y en la confianza mutua» que nace «cuando soy capaz de reconocer al otro como don de Dios y acepto que tiene algo que decirme”. Sin olvidar a los hombres y mujeres de buena voluntad, que no profesan ninguna religión, pero quieren “respuestas efectivas a las tantas lacras de nuestro mundo”.
De otro lado el Santo Padre indicó su dolor cuando ve que “el nombre de la religión es usado para cometer atrocidades, como el terrorismo y sembrar miedo y violencia” y señaló que es necesario condenar de forma conjunta y rotunda estas acciones abominables y tomar distancias de todo lo que busca envenenar los ánimos, dividir y destruir la convivencia”. En cambio “hay que mostrar los valores positivos de las tradiciones religiosas para lograr un sólido aporte a las esperanzas, para poder caminar juntos”.
Invitó así a aprovechar la ocasión del Jubileo de la Misericordia para abrir nuevos espacios de diálogo, porque la Misericordia tiene un valor universal que abarca tanto a los creyentes como a los que no lo son.
“Los invito a trabajar y a impulsar iniciativas de forma conjunta, para que entre todos tomemos conciencia del cuidado y protección de la casa común, construyendo un mundo cada vez más humano, donde nadie sobra y donde todos somos necesarios. Y pido a Dios –concluyó el Papa– que nos bendiga a todos nosotros.
Audiencia a los participantes del Congreso organizado por el IDI y la OEA (Foto © Osservatore Romano)
El Papa al foro de diálogo interreligioso: 'hay que extenderlo a todo el continente'
Pide a las religiones apostar por una ecología integral porque ser humano es el culmen de la creación