(ZENIT – Roma).- En la inauguración del encuentro ‘Sed de Paz’ que se está realizando en la ciudad italiana de Asís, con la participación de 511 líderes religiosos, Mohammad Sammak, consejero político del Gran Muftí del Líbano señaló que “el papa Francisco se ha propuesto como líder espiritual para toda la humanidad cuando dijo que que no hay ninguna religión criminal, aunque sí hay criminales en todas las religiones”.
Recordo además al padre Dall’Oglio, como aquel que “ha dedicado su vida a servir a los musulmanes y cristianos en Siria”, y también al obispo de Alepo, Mar Gregorios Yohanna Ibrahim, secuestrado hace tres años y a quien conoció en los encuentros de oración y de paz organizados por San Egidio durante los años pasados.
Y al citar al sacerdote asesinado el pasado mes de julio en una iglesia en Rouen, afirmó que “el padre Jacques Hamel es una víctima no solamente para vuestra Iglesia, sino también para nuestra religión”.
Concluyó, refiriéndose al Líbano, donde “las relaciones entre gente de diversas religiones no pueden basarse en la eliminación del otro como querría el ISIS, ni tampoco en la tolerancia. Sino tienen que basarse en la fe en el pluralismo y en la diversidad y en el respeto de los fundamentos ideológicos e intelectuales que están en la base de la diversidad”. Porque concluyó “la ciudadanía no se puede basar sobre la tolerancia, sino sobre los derechos”.