(ZENIT – Roma).- “En estos tiempos no hay espacio para ninguna hipocresía y todos estamos llamados a colaborar. En ningún caso se puede ‘lavarse las manos’ hoy en Europa: gobiernos nacionales, autoridades europeas y la sociedad, así como las comunidades religiosas, todos estamos de alguna manera implicados”.
Lo ha asegurado el cardenal Josip Bozanić, al abrir esta mañana los trabajos del encuentro de los directores nacionales para la pastoral de los migrantes que se está celebrando en Madrid, los días 26 y 27 de septiembre. “Mirando a la crisis de los refugiados que llegan a Europa debemos reconocer que es necesario tener mucho realismo”, ha afirmado el purpurado.
En primer lugar –ha añadido– porque no todos los países europeos pueden asegurar el mismo trato a lo que llegan. Son grandes las diferencias económicas entre los países de la misma Unión Europea. “En segundo lugar porque no es posible asegurar a ninguna sociedad un futuro sobre la base de prejuicios o ideologías”, ha precisado el cardenal.
Para el cardenal croata, frente a este escenario, la Iglesia siempre sensible al sufrimiento humano, trata de difundir “la cultura de la acogida y de la solidaridad y testimonio en el mundo la comunión” a través de “una importante acción de colaboración y coordinación entre estructuras estatales y asociaciones eclesiales” y promoviendo una “cultura del encuentro” donde diálogo y caridad son aspectos imprescindibles.
Los obispos y delegados responsables de la pastoral de migraciones de las Conferencias Episcopales de Europa van a celebrar en Madrid su reunión anual. El encuentro tiene lugar los días 26 y 27 de septiembre con el objetivo de analizar los desafíos de la integración de los refugiados después de la acogida. El encuentro es organizado por el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), con la ayuda de la COMECE.
Tal y como informa la Conferencia Episcopal Española, CEE, durante dos días “los responsables de migraciones de las Conferencias Episcopales de Europa analizarán la respuesta de la Iglesia ante el flujo migratorio en Europa, tratando de integrarla en el Año de la Misericordia”. La eucaristía de clausura presidida por el cardenal Ricardo Blázquez Pérez, presidente de la CEE, se celebrará en la sede de la Conferencia Episcopal Española.
