(ZENIT – Roma).- La Conferencia Episcopal Argentina expresó su dolor y consternación por la muerte del padre Juan Heraldo Viroche, párroco de Ntra. Sra. del Valle de La Florida en Tucumán.
El sacerdote en los últimos años denunció en sus homilías a los narcotraficantes que operaban en su zona. Ayer fue encontrado ahorcado en la casa parroquial Nuestra Señora del Valle en Tucumán, Argentina. «El cuerpo de Viroche apareció en su dormitorio, donde se hallaron sus pertenencias desparramadas por el piso, y según los investigadores a simple vista no tenía signos de violencia, al igual que los accesos a su casa, que ni fueron forzados», indica el diario local Jornada. Y añade: «La Justicia ordenó que el cuerpo de Viroche sea sometido a una autopsia para establecer la causa de su muerte».
Por su parte, el comunicado publicado en la web de la CEA indica que «nos unimos al arzobispo local en el pedido de un pronto esclarecimiento del hecho y el acompañamiento a la familia del padre Viroche, a los fieles de la Parroquia y la Iglesia de Tucumán».
«Pedimos a Dios que reciba en su Casa a nuestro hermano, el padre Juan, y que su vida y ministerio sea para la Iglesia un testimonio sacerdotal que nos anime a todos a seguir trabajando por una sociedad más fraterna en el servicio a los más vulnerables» concluye el comunicado firmado el 5 de octubre por la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina.
Los restos mortales del sacerdote fueron velados esta mañana en la capilla Nuestra Señora del Carmen, de la localidad tucumana de Posse y el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, presidió la misa de exequias. Al finalizar la celebración eucarística, los restos del sacerdote han sido trasladados al Cementerio de Cevil Pozo.
Monseñor Zecca, confirmó que el sacerdote había pedido ser trasladado de su parroquia porque estaba «angustiado, deprimido, con miedo y amenazado». El prelado precisó que el jueves 29 de septiembre recibió al sacerdote y al día siguiente ya había firmado la autorización para el traslado, pero dijo que el padre Viroche “se quedó” porque quería finalizar la novena que había empezado.
De otro lado, el referente episcopal para la Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia y obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Maletti, presidirá una misa en homenaje al presbítero Juan Viroche, el jueves 6 de octubre, a las 12, en el santuario de San Cayetano de Liniers. Así se anunció en un comunicado de la comisión, en el que también aseguran que el sacerdote fallecido “era conocido por jugarse en contra del narcotráfico”, indicó la agencia AICA.
El sacerdote Juan Viroche
Consternación en Argentina por la muerte de un sacerdote que denunciaba a los narcos
Juan Heraldo Viroche apareció ahorcado en su parroquia en Tucumán