(ZENIT – Roma).- Concluyó este sábado en el Vaticano el encuentro de dos días que contó con la participación de 80 alcaldes procedentes de distintos países de Europa. La finalidad de la cumbre fue “atraer la atención inmediata del mundo a la amenaza que representa para la estabilidad mundial la presencia creciente en nuestro planeta de más de 125 millones de refugiados”, como indicó la Pontificia Academia de las Ciencias, organizadora del evento.
Con el título “Europa: los refugiados son nuestros hermanos”, contó con la presencia, entre las diversas personalidades, de los alcaldes españoles Manuela Carmena, de Madrid; Ada Colau, de Barcelona; Joan Ribó, de Valencia y Francisco de la Torre, de Málaga.
Las conferencias que se realizaron en la sede de la Accademia, en la Casina Pio IV situada en los jardines del Vaticano, fueron tansmitidas en directa en streaming. Los periodisas no tuvieron acceso para entrevistas y el acceso fue solamente permitido a los camarógrafos.
La Pontificia Academia de las Ciencias recuerda que en la carta encíclica Laudato si’, el papa Francisco llamó a una mayor conversión del corazón hacia “los hermanos y hermanas más frágiles”, argumentando que debemos incrementar los esfuerzos para prevenir las crisis humanitarias y, cuando así y todo ocurran, debemos asegurarnos de que nuestra respuesta sea adecuada a la enorme del desafío y oportuna de acuerdo con la urgencia de la necesidad. Suministrar carpas y agua potable después de que todos ya han fallecido a causa del frío y de la deshidratación es algo a todas luces inaceptable”. Específicamente, “el Papa nos pide en su Encíclica que demos prioridad a aquellos enfoques que traigan como resultado cambios apreciables para los excluidos y los marginados que más necesitan de nuestra ayuda”.
En la actualidad, unas tres cuartas partes de todas las emergencias humanitarias del mundo son el resultado directo de una guerra. Para reducir esa cifra, nada sería tan eficaz como “poner fin a los conflictos armados”, e impedir que comiencen o vuelvan a ocurrir. Además, asegura el comunicado de la Pontificia Academia de las Ciencias, de esta manera “se acabaría de un plumazo con la principal causa de los éxodos masivos de refugiados”.
Finalmente, se asegura que urge que a los alcaldes, en cuanto las autoridades más próximas a la ciudadanía, “se les provea de competencias para atender, acoger y regularizar a todo tipo de emigrantes o refugiados”. Urge que la voz de los alcaldes sea escuchada para promover puentes y no muros, indican. Urge que “su autoridad se ponga al servicio del desarrollo sostenible e integral, de la justicia y de la paz”.
Academia Pontificia de las Ciencias sociales
Concluyó en el Vaticano la cumbre de alcaldes europeos
Las conferencias fueron transmitidas en directa por internet