(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- «Dios no nos abandona nunca: cada vez que lo necesitemos vendrá un ángel suyo a levantarnos y a infundirnos su consuelo. ‘Ángeles’ que algunas veces tienen un rostro y un corazón humano, porque los santos de Dios están siempre aquí, escondidos en medio de nosotros».
Lo explicó el Santo Padre en la audiencia de este miércoles, precisando que «esto es difícil de entender y también de imaginar, pero los santos están presentes en nuestra vida. Y cuando alguno invoca un santo o una santa, es justamente porque está cerca de nosotros».
Quiso precisar en este sentido que «también los sacerdotes custodian el recuerdo de una invocación a los santos pronunciada sobre ellos. Es uno de los momentos más conmovedores de la liturgia de ordenación. Los candidatos se echan a tierra, con la cara hacia el suelo».
«Y toda la asamblea, guiada por el obispo, invoca la intercesión de los santos. Un hombre, que permanece aplastado por el peso de la misión que se le confía, pero que al mismo tiempo siente todo el paraíso en sus espaldas, que la gracia de Dios no faltará, porque Jesús permanece siempre fiel, y por tanto se puede partir serenos y llenos de ánimo». El Papa concluyó: «No estamos solos».
Angeles - Foto ZENIT cc - San Gioacchino in Prati, Roma
Francisco: cuando necesitamos, Dios nos envía un ángel o a los santos que viven entre nosotros
El Pontífice recordó en la audiencia general que los santos están presentes en nuestra vida. Y cuando alguno invoca un santo o una santa, es justamente porque está cerca de nosotros