(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- «Que el Señor nos dé la esperanza de ser santos». Este fue el deseo del papa Francisco en la audiencia de hoy miércoles, y explicó que la santificación en la vida cotidiana es un objetivo de todos los cristianos.
«Pero alguien podría preguntarme:
— ‘¿Padre, se puede ser santos en la vida de todos los días?’
— Sí se puede.
— ‘¿Esto significa que tenemos que rezar durante todo el día?’.
– No, significa que uno tiene que hacer su deber todo el día, rezar, ir al trabajo, cuidar a los hijos».
Y el Pontífice precisó: «Hay que hacer todo esto con el corazón abierto hacia Dios, de manera que en el trabajo, en la enfermedad, en el sufrimiento, y también en las dificultades, estar abiertos a Dios. Y así uno puede volverse santo».
Después de explicar cómo es la santificación en la vida diaria exhortó: «Que el Señor nos de la esperanza de ser santos».
«¡No pensemos que es algo difícil, que es más fácil ser delincuentes que santos! No. Se puede ser santos porque nos ayuda el Señor y es Él quien nos ayuda. Es el gran regalo que cada uno de nosotros puede devolver al mundo», dijo.
Y deseó que «el Señor nos de la gracia de creer tan profundamente en Él, que podamos volvernos imagen de Cristo en este mundo. Nuestra historia necesita ‘místicos’. Tiene necesidad de personas que rechacen todo dominio, que aspiran a la caridad y a la fraternidad. Hombres y mujeres que viven aceptando también una porción de sufrimiento, porque se hacen cargo de la fatiga de los demás. Y sin estos hombres y mujeres el mundo no tendría esperanza».
«Por esto les deseo a ustedes –concluyó– y lo deseo también para mi, que el Señor nos de la esperanza de ser santos».
San José carpintero (Georges de La Tour)
El Papa: 'todos debemos santificarnos en nuestra vida cotidiana'
En la audiencia de este miércoles el Santo Padre explica cómo