El Papa con algunos niños de los integrantes de la Liga italiana contra los tumores (Osservatore © Romano)

El Papa pide una cultura de la vida no basada en intereses comerciales

El Santo Padre solicita a la Liga italiana para la lucha contra los tumores, atender no olvidar a quien se siente marginalizado

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(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 26 Jun. 2017).- Prevención oncológica para todos, cultura de la vida y asistir a los enfermos en las periferias existenciales. Este fue el pedido que hizo el papa Francisco hoy lunes por la mañana al recibir en el Vaticano a los miembros de la Liga Italiana para la Lucha contra los Tumores (LILT).
En vuestro compromiso hay una riqueza doble, dijo el Papa: por un lado “formar en las personas y en familias un estilo de prevención: es decir, ¡favorece la mentalidad de que la prevención oncológica es ante todo una forma de vida.
Y además “alimentar el voluntariado, es decir, una expresión emblemática de esa gratuidad que tendría que repercutir cada día más en la vida diaria”.
“Hay tanta necesidad de difundir una cultura de la vida, hecha de actitudes, de comportamientos. Una verdadera cultura popular, seria, accesible a todos, y no basada en intereses comerciales”, dijo el Papa.
Así como “acompañar a las familias en un camino de prevención; un camino que involucre a las diferentes generaciones en un ‘pacto’ solidario; un camino que valorice la experiencia de los que han vivido, junto con sus familiares, el fatigoso recorrido de la patología oncológica”.
Sin olvidar “la ayuda ofrecida a las familias para asegurarles la asistencia, sobre todo en la continuidad a menudo agotadora y sin tregua del día tras día”. Y “este último aspecto constituye un testimonio que la comunidad eclesial comparte”.
El sucesor de Pedro recordó que en el servicio que realizan “hay también una descentralización continua hacia las periferias”, porque son ‘periferia’ “cada hombre y cada mujer que vive una condición de marginación; periferia es cada persona expulsada a los márgenes de la sociedad y  de las relaciones, especialmente cuando la enfermedad quiebra los ritmos habituales, como en el caso de las enfermedades oncológicas”.
“Es la periferia la que llama en causa a la responsabilidad de cada uno de nosotros” aseguró el Pontífice. Además el ‘cuidar’, dando testimonio diario tantas personas enfermas, es una riqueza inestimable para la sociedad, sin miedo de la ternura o de ‘perder tiempo’
El Papa concluyó señalando que la salud es un bien primario y fundamental de cada persona, y por ello “es deseable que la prevención oncológica se extienda a todos”.

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ZENIT Staff

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