(ZENIT – 25 Ago. 2017).- El papa Francisco podría visitar Birmania (Myanmar) y Bangladés a finales de noviembre de 2017. Importantes fuentes mencionan este viaje, aunque no ha sido confirmado ni negado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Según indica la agencia inglesa «Union of Catholic Asia News» (UCANews), el Papa viajaría a Birmania el 27 de noviembre y luego a Bangladés, donde llegaría el día 30 para quedarse en el país 3 días.
La misma fuente señala que estos días una delegación del Vaticano se encuentra en Rangún, la capital de Birmania, para ultimar los detalles del viaje con la Conferencia Episcopal del país.
El cardenal Charles Bo, arzobispo de Rangún –elevado a purpurado por el papa Francisco en 2015– así como los obispos de la diócesis, tuvieron un encuentro con el jefe militar, Min Aung Hlaing, para conversar sobre «la organización de la visita del Papa y los deseos de paz para el país».
El Pontífice celebraría dos veces la Eucaristía: en Naypyidaw y en Rangún. Él se encontraría también con el presidente de Myanmar, Htin Kyaw, y con la consejera del Estado y la ministra de Asuntos Exteriores, Aung San Suu Kyi. Esta sería la primera visita del Papa al país.
En este contexto, el Papa fue invitado a Birmania por el presidente Htin Kyaw –un demócrata cercano a Aung San Suu Kyi, presidente desde el 30 de marzo, 2016– y por los obispos de Birmania, con ocasión del 500 aniversario de la llegada del Catolicismo al país (2014).
Los delegados del Vaticano irían después a Dacca, en Bangladés, donde el Papa podría ordenar a 16 sacerdotes y encontrarse con numerosos líderes políticos y representantes de otras religiones. UCA News menciona a un sacerdote de la delegación, quien ha especificado que el viaje sería anunciado oficialmente a finales de agosto.
El Papa pide por los Rohingyas
El viaje a Myanmar tendría lugar seis meses después de la instauración de las relaciones diplomáticas entre la República Birmana y la Santa Sede, el pasado 4 de mayo de 2017, durante la segunda visita al Vaticano de Aung San Suu Kyi, y el reciente encuentro el pasado 12 de agosto, del delegado apostólico Mons. Paul Tschang In-Nam, como el primer Nuncio apostólico en el país asiático.
Este viaje estaría marcado especialmente por la reiterada llamada del papa Francisco en favor de la minoría musulmana de Birmania, los Rohingyas –un grupo étnico musulmán del norte del Estado de Rakhine, en Birmania occidental– perseguidos en su país y rechazados en todos los lugares.
Durante la Audiencia general el pasado 8 de febrero de 2017, el Papa se mostró entristecido por este hecho. Ellos son «buenas personas, personas de paz». No son cristianos, son buenos, son nuestros hermanos y hermanas», señaló el Santo Padre.
En su homilía el 19 de mayo de 2015 en Santa Marta, en el Vaticano, el Santo Padre reaccionó después de la llegada de miles de emigrantes abandonados por los transeúntes en la costa de Indonesia, Tailandia y Malasia. «Pensamos hoy en esos pobres Rohingyas de Birmania, en que han dejado su trabajo para escapar de persecuciones, sin saber qué les pasaría luego. Y se cumplen ahora meses desde que están en un barco… Ellos llegaron a una ciudad donde les han dado agua, comida y les dijeron luego «fuera de aquí!… Y eso está pasando hoy».
En agosto de ese mismo año, el Papa dijo ante miembros jóvenes del Movimiento Eucarístico: «Pensemos en nuestros hermanos Rohingyas: ellos son expulsados de un país a otro y de un lado a otro del mar… Cuando ellos llegan a un puerto, les dan algo de agua y comida y son expulsados de nuevo al mar. Es un conflicto sin resolver, y es una guerra, se llama violencia, se llama muerte».
De acuerdo con los datos del «Proyecto Arakan», una organización humanitaria que defiende los derechos de los Rohingyas, desde 2010 unos 100.000 miembros de este grupo minoritario han huido de Birmania por el mar. Desde 2012 la violencia entre los Budistas radicales y los Rohingyas han causado más de 200 muertes y 140.000 desplazados.
Una mayoría musulmana
La visita del Papa a Bangladés se realizaría 31 años después de la que hizo el papa Juan Pablo II en noviembre de 1986. Allí el Islam es la religión de Estado: alrededor de 90 por ciento de la población es musulmana, el 8 por ciento es hinduista y el restante 2 por ciento está compuesto por grupos de otras religiones. Se estima que los cristianos representan -–todas las confesiones juntas- poco más del 1 por ciento de la población, y de estos cristianos la mitad son católicos.
El cardenal Jean Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso, quien viajó a Bangladés en 2011, dijo que el país es un «ejemplo» de convivencia entre las diferentes creencias religiosas, «un modelo único de comunidad y armonía religiosa».
El 19 de noviembre de 2016, el Papa creó el primer cardenal de la historia en este país, Mons. Patrick D´Rozario, arzobispo de Dacca.
Aung San Suu Kyi, 4 de mayo de 2017 © L'Osservatore Romano
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