(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 27 Sep. 2017).- Dar apoyo a los inmigrantes y a las familias que están obligadas huir, desde el momento en que parten, en los lugares por donde pasan y cuando llegan a su destino. Este es el objetivo de la campaña “Compartiendo el viaje” que fue presentada este miércoles en la Sala de prensa de la Santa Sede, por el cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de Cáritas Internacional, junto a exponentes de la institución.
La campaña fue anunciada oficialmente esta mañana por el papa Francisco en la audiencia general en la plaza de San Pedro y en la conferencia de prensa se precisaron algunos particulares.
De acuerdo a los datos de las instituciones internacionales, al menos el tres por ciento de la población mundial, 244 millones de personas son migrantes y por lo tanto necesitan de ser acogidas, protegidas y respetadas en su dignidad.
Respondiendo a ZENIT sobre la posibilidad de que crezca el apoyo de las parroquias también para alojar a los inmigrantes, el cardenal señaló: “Espero que sí”. Añadió que esta campaña tiene en vista “hacer un llamado a los obispos, a los religiosos y a toda la comunidad cristiana”.
Añadió que “se añade la pregunta de cómo compartimos el viaje y el viaje es largo”. Cuando los emigrantes llegan a un país, “esto solo es el principio de un largo viaje”, así que nosotros «compartimos el viaje», dijo.
Por su parte la hermana Norman Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle de Río Grande, en Brownsville (Estados Unidos), señaló que «Sí, definitivamente creo que las familias tienen que ser bienvenidas y las parroquias son un buen medio para que sean acogidas».
La religiosa narró su experiencia: «Hemos iniciado llevando a los emigrantes a un centro, que es pequeño porque estamos tratando de construir otro nuevo. Entonces le dije al obispo: necesito poner a los refugiados que no caben en mi centro en algún otro sitio. Así llamamos a la parroquia en donde que dijeron ¡Sí! La comunidad entera vino y nos ofrecieron comida, agua y fue precioso. Esto significa compartir las oportunidades, abrir las parroquias. Creo que es un bonito ejemplo para todo el mundo».
El responsable de la Oficina migraciones de Caritas Italia, Olivero Forti, subrayó en particular el alto valor simbólico de atender a los necesitados y a los migrantes.” Ya lo hacemos diariamente en el mundo, escuelas, parroquias, comunidades, y ahora lo haremos aún más”.
Indicó que “en Italia, las familias y parroquias con la iniciativa ‘Refugiado en mi casa’, (Rifugiato a casa mia), “darán un testimonio de lo que pueden hacer las comunidades”. En particular sabiendo que llegarán más personas y familias “gracias a los corredores humanitarios, realizados con la Comunidad de San Egidio».
Indicó que se vuelve necesario modificar la actual normativa italiana sobe la inmigración y que “esta campaña no nace de casualidad”, sino ante “el crecimiento de un sentimiento hostil a los hermanos migrantes”. Precisó entretanto que “no se ha querido hacer una campaña contra nadie, sino para compartir un viaje, un mensaje con quien hoy vive en situación de malestar”.
Indicó además que “vivimos un fenómeno histórico que no deben escaparse de las manos”, en un momento en que Europa necesita personas que cubran lugares de trabajo.
Por su parte, Alfonso Apicella, referente italiano de la campaña de Caritas Internationalis, señaló que el “el objetivo de la campaña podría parecer banal, en cambio es muy importante”. Porque se trata de “crear oportunidades con las comunidades parroquiales, en donde los refugiados y migrantes puedan tener un momento de encuentro. En las escuelas, parroquias, familias, con servicios de asistencia”. Señaló por ejemplo la importancia de “poder dar las informaciones que les sirven”. En una palabra, concluyó: «se trata de ponerse en camino”.