(ZENIT – 29 Nov. 2017).- Al final de la Celebración Eucarística, el Arzobispo de Yangon, el Cardenal Charles Bo, salesiano, ha dirigido unas palabras de gratitud al Santo Padre Francisco. Después de la bendición final, el Papa ha regresado en coche al Arzobispado donde almorzará con los miembros de la delegación papal.
Palabras del Cardenal Bo, Arzobispo de Yangon
Esta es una experiencia del Monte Tabor.
Los católicos sencillos vivimos una experiencia emocionante. Hoy somos transportados a una montaña de Bienaventuranzas. La vida nunca volverá a ser la misma para los católicos en Myanmar.
Hace solo un año, la idea de que este pequeño rebaño habría compartido el Pan con nuestro Santo Padre Francisco era un puro sueño.
Somos un pequeño rebaño. Nosotros somos como Zaqueo. En medio de las Naciones, no pudimos ver a nuestro pastor.
Como a Zaqueo, nos llamaron: «Baja, quiero quedarme en tu casa». Aquí está nuestro Santo Padre. El Santo Padre Francisco: un buen pastor que va buscando a los pequeños y a los marginados.
Usted, Santo Padre, rompió la Palabra y la Eucaristía con nosotros. Digamos las conmovedoras palabras de nuestra madre, la Virgen María: «Levantó a los humildes. Mi alma magnifica al Señor».
Al igual que los discípulos en el Monte Tabor, volvemos a casa. Regresamos a casa con una energía espiritual extraordinaria, orgullosos de ser católicos, llamados a vivir el Evangelio. Este día estará impreso en cada corazón presente aquí.
¡Querido Santo Padre! De parte de todos los católicos aquí, con un corazón lleno de gratitud, gracias por su generosidad.
Hoy es un milagro. Todos regresamos a casa como un milagro de Dios. Gracias, Santo Padre. Este pequeño rebaño continuará orando por usted.
© Traducción de Zenit, Rosa Die Alcolea
El Papa ha entregado un regalo al cardenal Bo. Captura de pantalla CTV
Cardenal Charles Bo: "Somos un pequeño rebaño"
Acción de gracias del Cardenal Bo (Texto completo)