(ZENIT – 25 julio 2018).- Los quince cerveceros de la fábrica de cerveza Messina se encontraron con el Papa Francisco, le contaron su experiencia y le dieron una botella de la versión especial de Birra dello Stretto.
«Es una alegría inmensa porque estas cosas suceden solo una vez en la vida –ha dicho el presidente Mimmo Sorrenti a los periódicos locales–. Debemos agradecer al sacerdote Don Terenzio que nos lo trajo aquí, y a todas las personas que nos rodean, también a nuestras esposas. Somos 15 personas locas que se han lanzado a esta aventura de trabajo que nos trajo aquí hoy».
«Don Terenzio, en el momento de la dura disputa de los maestros cerveceros, era párroco en Messina y siempre estuvo cerca de los 15, convirtiéndose en su guía espiritual», explicó Sorrenti, quien habló sobre todos los problemas a los que se enfrentaron los maestros cerveceros, quienes perdieron sus trabajos cuando casi todos tenían 50 años.
Mimmo Sorrenti relata cómo fueron los orígenes de la iniciativa: «Estuvimos viviendo una situación difícil y en una ciudad que no ofrecía nada. Pero seguimos adelante, hicimos una cooperativa, hoy somos la Cervecería Messina. Por nuestra parte, hemos contado con la solidaridad de la ciudad de Messina, y con muchas personas que creyeron en nosotros».
«Quien tiene un sueño –concluyó el empresario– debe continuar soñando, porque solo de esta manera puede hacerse realidad, como nos ha sucedido a nosotros. A los jóvenes les decimos que nunca se rindan, si hacemos esto a los 60 años, podemos hacerlo todo».
Equipo de cerveceros de Messina © Birrificio Messina
Italia: El Papa Francisco visita a los cerveceros de Messina
15 personas que empezaron con 50 años