(ZENIT – 4 oct. 2018).- El vietnamita Joseph Cao Huu Minh Tri, el participante más joven en el Sínodo de los Obispos, de 21 años, ha expresado que la gran búsqueda de muchos jóvenes es descubrir cual es su pasión y ha debatido sobre qué significa esto.
Joseph ha compartido sus impresiones sobre la 2ª Congregación General del Sínodo de los Obispos, celebrada hoy, jueves, 4 de octubre de 2018, al participar en el briefing informativo ofrecido en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en el que también han intervenido la profesora Chiara Giaccardi, colaboradora del Secretario Especial, y Docente de Sociología en la Universidad Católica de Milán (Italia); Mons. Carlos José Tissera, Padre sinodal elegido por la Conferencia Episcopal de Argentina, Obispo de Quilmes; y Paolo Ruffini, Prefecto el Dicasterio vaticano para la Comunicación.
En este contexto, el oyente vietnamita Huu Minh Tri expresó su felicidad por estar aquí en Roma, cómo se siente honrado de participar y «agradecido a Dios» por participar.
Encontrar la pasión
La búsqueda de la pasión por parte de los jóvenes, y cómo se les canaliza a través de Internet, YouTube, revistas, etc, «es una tendencia ahora fuerte, especialmente en Vietnam». A pesar de esto –se lamentó– hay muchas personas que luchan hoy en día para encontrar su pasión y vivir una vida feliz; la gente a menudo ahora se encuentra entre dos extremos: no encontrar la pasión de uno y encontrar la pasión equivocada, observó.
El periodista Paolo Ruffini ofreció una breve radiografía sobre la segunda jornada del Sínodo de los Obispos sobre Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.
Lo primero que ha expresado es que esta experiencia está siendo diferente a la vivida en anteriores Sínodos en cuanto a «como el espíritu del Sínodo nos está forjando, de una manera diferente de los Sínodos anteriores», ha dicho.
Ha indicado que la una chica estadounidense ha compartido su testimonio con todos los presentes, que se está planteando un camino vocacional (está terminando su camino de discernimiento para ser monja). «Los jóvenes desean el bien, y ser escuchados donde residen», ha asegurado Rufini.
3 minutos de silencio
El Prefecto para la Comunicación ha destacado la novedad propuesta por el Santo Padre Francisco para esta XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de tener 3 minutos de silencio cada 5 intervenciones. Esta iniciativa ha sido muy bien acogida por todos, y necesaria para «reposar las palabras en el corazón», ha expresado también el Padre Sinodal Mons. Carlos José Tissera.
Ruffini también ha enumerado otros temas que los Padres Sinodales han debatido hoy, 4 de octubre de 2018: El tema de la afectividad y de la sexualidad como algo «muy grande» del amor humano; se ha hablado de la vocación «no simplemente como una vocación al sacerdocio o a la vida religiosa, si no en un sentido más grande».
«A veces el canal de comunicación parece interrumpido entre los jóvenes y la Iglesia. Hay que recuperar el tema de la maternidad de la Iglesia», ha señalado.
Familia, lugar de transmisión de la fe
Y la «familia», como lugar de la transmisión de la fe, ha sido otro de los grandes temas tratados hoy por la Asamblea. «Las familias deberían colaborar con la Iglesia para transmitir la fe», ha explicado.
«Se ha hablado mucho de la profecía de los jóvenes al futuro. La Iglesia debería saber escuchar». Asimismo, «se ha hablado del perdón, que la Iglesia ya ha solicitado, sobre todo cuando no ha estado a la altura de sus tareas o de otras cuestiones (en concreto sobre los abusos sexuales). Ahí a lo mejor muchos religiosos no lograron estar a la altura…», ha explicado el Prefecto del Vaticano.
Ha sido un «clima de gran participación, gran atención por parte de los participantes, de los jóvenes, han logrado compartir en todas las intervenciones, intentado comprender las relaciones entre las distintas generaciones», ha matizado Paolo Ruffini.
Oportunidad para «rejuvenernos»
El Padre sinodal Mons. Carlos José Tissera, elegido por la Conferencia Episcopal Argentina, ha manifestado su entusiasmo por participar en la Asamblea: «Es un momento privilegiado este Sínodo» y ha asegurado que «es una oportunidad para todos, para rejuvenecernos. Este Sínodo es para refrescarnos con la cosas de los jóvenes».
El Obispo de Quilmes (Argentina) ha recordado que hoy es un día especial –4 de octubre– por ser la fiesta de San Francisco de Asís, alguien que lo dejó todo por Dios y por la humanidad, hermano de Dios y de la Creación. La figura de San Francisco ha sido «muy fuerte» en la Iglesia, dijo.
Asimismo, Mons Tissera ha recordado que S. Francisco decía: «Prediquen el Evangelio y si es necesario, también con palabras». Los jóvenes «quieren ver» ejemplos de coherencia, de autenticidad y son «críticos con nuestras incoherencias», ha señalado.
Escuchar el clamor de los jóvenes
Estamos aquí para «escuchar el clamor de la juventud del mundo» –ha explicado–. «Provocar ese encuentro de Jesús y los jóvenes de hoy. Nosotros, cualquiera de nosotros, somos un intermediario entre Dios y los jóvenes».
El obispo argentino y padre sinodal observó que «hay silencios en los jóvenes, pero son silencios que hablan», y señaló que muchos jóvenes «no saben que hacer con su vida, hay jóvenes que solo ven como salida la cárcel o el cementerio (al menos en mi país y se que en otros muchos también es así)».
«Hay que escuchar esos clamores –alentó– tenemos que acercarnos para hacerles sentir que Dios los ama. Los jóvenes no están perdidos, quizás sea la sociedad la que está perdida, hay que saber abrirles la puerta y escuchar»
Comunicación franca
Por su parte, la socióloga italiana Chiara Giaccardi, colaboradora del Secretario Especial en el Sínodo, ha declarado que en esta 2ª sesión de la Congregación General ha habido «mucha franqueza, una comunicación franca», y lo ha calificado como una «buena señal» como comienzo.
La Catedrática de la Universidad Católica de Milán ha interpretado que esto significa que «no es una Iglesia escayolada», o edulcorada. «La mayoría de los oyentes son jóvenes, y han expresado su ideas, de manera clara a la vez que educada», ha narrado Giaccardi.
Esto supone una «revolución copernicana», ha indicado. «La Iglesia no se mantiene en la postura de emisor, sino de receptor, de escucha. Se ha hablado mucho de realismo, no podemos hablar de una Iglesia ideal, sino real».
Sexualidad
Chiara Giaccardi, participante en el Sínodo, ha destacado un tema tratado en esta segunda jornada de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre los jóvenes: La sexualidad. «Muchos padres sinodales lo han abordado de forma franca. Es una parte esencial porque la persona es completa, entera, tiene cuerpo, mente… hay que cultivar todas las dimensiones».
Se ha enfocado –ha relatado Giaccardi– como un «punto de vista integral», «no pensar en una contención, sino en una entrega de forma positiva». «Creo que esto es uno de los aspectos que ha dañado a la Iglesia, el haber separado lo que está unido: cuerpo y alma», ha opinado.
«Si podemos enseñar esta parte del enamoramiento es importante», ha observado la docente italiana. «La autoridad yo la veo como una forma de autorización. Que los jóvenes se puedan sentir autores, hace falta su contribución en la Iglesia», ha dicho.
Con Deborah Castellano Lubov
Sínodo de los Obispos: "Los jóvenes se preguntan: ¿cuál es mi pasión?"
Briefing informativo de la 2ª Congregación General