(ZENIT – 14 octubre 2018).- El Papa Francisco dio un estímulo especial a los jóvenes de Irak, recibiendo en Santa Marta a Safa Al-Abbia, de 26 años de edad, miembro de la Iglesia caldea y oyente en el Sínodo sobre los jóvenes, el 13 de octubre de 2018. Sabiendo que tuvo que abandonar el sínodo porque su madre estaba gravemente enferma, el Papa Francisco quiso saludarlo antes de irse.
Durante la audiencia, en un clima «particularmente afectuoso», informa Vatican News, el joven recibió un rosario del Papa para su mamá.
El Papa escuchó la historia de Safa y envió un mensaje a los jóvenes iraquíes, para transmitir una vez en su país: el Papa dijo que llevaba en su corazón a los jóvenes de Irak, conscientes de su sufrimiento. Indica la misma fuente. Alentó a los jóvenes a mantener la confianza en el futuro, a no desanimarse a pesar de las dificultades del pasado y del presente, y a confiarse al Señor. Finalmente les aseguró sus oraciones y les dio su bendición.
La intervención de Safa el 11 de octubre ha sido la más aplaudida desde el comienzo del Sínodo de los Obispos sobre la Jóvenes: al invitar al Papa a visitar su país, dijo lo que vivían cada día los 120.000 cristianos de la llanura de Nínive. Secuestros, asesinatos, bajo la amenaza de Daesh. Confesó su temor de ver a Irak vacío de cristianos, el principal desafío para los jóvenes es la paz, la estabilidad y el derecho a vivir con dignidad.
© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo