(ZENIT – 16 dic. 2018).- «Y ahora, en particular, me dirijo a ustedes, queridos niños de Roma, que vinieron para la bendición de los Bambinelli » , dijo el Papa Francisco después del Ángelus del domingo 16 de diciembre de 2018, el tercer domingo de Adviento, dicho: «de Gaudete», marcado por la alegría litúrgica y las vestiduras sacerdotales rosas.
El Papa saludó al obispo auxiliar del Centro de Roma, el obispo Gianrico Ruzza, quien acompañó a las familias y representantes de la escuela, y agradeció al Centro Romano del Patronato y a los voluntarios.
Es una tradición en Roma que los niños, sus familias, escuelas, comunidades, parroquias vienen a bendecir a los santones del «Niño Jesús» de sus pesebres por su obispo, el tercer domingo de Adviento, en la plaza San Pedro.
El Papa les explicó a los niños que iban a sentir «estupor» mientras contemplaban al Niño del pesebre: «Queridos hijos, cuando, en casa, se reúnan para orar frente al pesebre, fijando sus ojos en el Niño Jesús, sentirán estupor … »
Un estupor que el Papa explica de la siguiente manera: «Usted me va a preguntar: ¿qué significa» estupor?» Es un sentimiento más fuerte y más que una emoción ordinaria. Es ver a Dios: el asombro ante el gran misterio de Dios hecho hombre».
El Papa también insistió en la humildad, la ternura y la bondad que proviene del pesebre y de Jesús: «Y es el Espíritu Santo quien pondrá en vuestro corazón la humildad, la ternura y la bondad de Jesús. Jesús es bueno, Jesús es tierno, Jesús es humilde. ¡Esa es la verdadera navidad! Que sea así para vosotros y los miembros de vuestra familia. Os bendigo a todos los «bambinelli «.
© Traducción de Zenit, Raquel Anillo