Via Crucis JMJ 2011 © chriein.blogspot.com

Via Crucis JMJ 2011 © chriein.blogspot.com

El Por Qué de la JMJ: ‘El Camino de la Cruz’

Quedan 25 días para la JMJ en Panamá

Share this Entry

(ZENIT – 26 dic. 2018).- A 25 días del comienzo de la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, publicamos el 7º artículo de la serie ‘El por qué de la JMJ’, escritos por el diácono panameño Pedro Guevara Mann, Director Artístico de la JMJ Toronto 2002 (Leer los artículos anteriores).

Del 22 al 27 de enero de 2019, la Ciudad de Panamá se llenará se jóvenes y fieles de todo el mundo, y el Papa Francisco llegará al país centroamericano el miércoles, 23 de enero de 2108 para encontrarse con los jóvenes peregrinos.

Durante estas semanas, Pedro Guevara comparte un poco de su experiencia con la JMJ –la Jornada Mundial de la Juventud– y explicarles un poco del por qué de la JMJ. Pedro es panameño y diácono permanente en la arquidiócesis de Toronto, en Canadá donde trabaja como productor de TV para Salt + Light Catholic Television.

Sigue la reflexión del diácono Pedro Guevara:

***

El Camino de la Cruz

Hoy vamos a ver otro aspecto de lo que quiere decir caminar bajo la Cruz.

En 1993 la Jornada llegó a Norteamérica: Denver, Colorado, EE.UU. Ahora, la JMJ es un evento de una semana, con tres días de Catequesis, incorporando los aspectos de peregrinaje y de reconciliación, principalmente (en el caso de Norteamérica) entre la Iglesia y los indígenas norteamericanos, y algo nuevo que se agregó ese año: el Vía Crucis.

El Camino de la Cruz era popular en los primeros siglos de la Iglesia, cuando la gente peregrinaba a Jerusalén a visitar los diferentes lugares en la pasión de Cristo: donde lo condenaron a muerte, cuando recibió la cruz, donde lo crucificaron, donde murió y donde lo enterraron. En el siglo 15, los turcos invadieron la Tierra Santa impidiendo que los cristianos peregrinaran a Jerusalén.  Así pues, la gente comenzó a rezar el Vía Crucis en cualquier lado.  A lo largo del tiempo, la cultura popular católica, desarrolló 14 «estaciones» representando varias de las etapas del camino de Cristo hacia la cruz.

Estas estaciones no son necesariamente exactamente lo que le ocurrió a Jesús camino a la Cruz. Algunas, como en la que Verónica le limpia el rostro a Jesús, no están ni en los evangelios. Pero están basadas en la tradición. Y el punto no es que es algo histórico. El punto es que tiene significado teológico Estas estaciones son parte del camino a la Cruz. Recuerden que nosotros también caminamos o peregrinamos hacia la Cruz.

En Denver, los peregrinos se reunieron dentro de un estadio mientras un grupo de actores se movían de estación a estación, en una dramatización, ayudando a los participantes a entrar en el misterio de la pasión. Eso es el motivo del Vía Crucis: Ayudarnos a entrar en el misterio de la Pasión de Cristo. El misterio de la Cruz. Recuerden también que la Cruz es un aspecto principal de la JMJ porque es un aspecto principal de nuestra fe Cristiana.

El Vía Crucis es fundamental en la JMJ porque la pasión de Jesús es fundamental en nuestra Fe. Por eso todas las JMJs desde el año 1993 incluyen el Vía Crucis. Esos tres últimos días de la JMJ, son como un triduo pascual; viernes, sábado y domingo. Viernes donde contemplamos la pasión y muerte de Jesús. Es un día más contemplativo y en el que se sugiere la reconciliación. El sábado es el día de la Vigilia – cuando estamos a la espera. Y el domingo, como todo domingo, es el Día del Señor, donde celebramos su Resurrección.

En Toronto, el viernes, para el Vía Crucis, cerramos una las avenidas principales y nos «tomamos» la ciudad, para recrear estos últimos momentos de la vida de Jesús. En Sídney, el Vía Crucis fue una dramatización a todo meter, que también se “tomó” gran parte de la ciudad.

Este es otro aspecto importante de la JMJ: No es encajonar a todos los católicos en un lugar donde nadie los ve, en un gueto, sino hacer «resonar las avenidas de la ciudad con el gozo y amor de Cristo.» En Toronto a Jesús lo condenaron en frente a la Alcaldía, tomó su cruz en frente de la Corte, cayó por primera vez en frente del Consulado de los EE.UU. y consoló a las mujeres de Jerusalén frente al Hospital General. Fue crucificado y murió en frente del Parlamento Provincial y lo enterraron frente al Museo Real de Ontario. Unos 300.000 jóvenes llenaron las calles de Toronto y cientos de miles más (y millones alrededor del mundo) observaron en cadena nacional mientras un grupo de actores se movía de estación a estación. Cientos de miles rezaron esta bella oración católica en medio de una ciudad totalmente secular.

¿Quién dice que a los jóvenes no les interesan las tradiciones católicas?

La próxima vez veremos qué pasa cuando no tenemos miedo de proclamar nuestra fe.

Share this Entry

Redacción zenit

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación

@media only screen and (max-width: 600px) { .printfriendly { display: none !important; } }