(ZENIT – 1 abril 2019).- Un trío asombroso cantó el Ave Maria de Caccini ante el Rey Mohammed VI y el Papa Francisco el sábado, 30 de marzo, en Rabat, al final de la visita del Pontífice al Instituto de Formación de los Imanes, Predicadores y Predicadoras, ante cientos de estudiantes imanes y morquidados, de predicación, de Marruecos y África subsahariana.
También estuvieron presentes en este breve recital, cargado de emociones, personalidades políticas y religiosas, como el consejero del Rey Mohammed VI, André Azoulay y el Arzobispo de Rabat, Mons. Cristóbal López Romero.
Caroline Casadesus, hija del famoso director de orquesta Jean-Claude Casadesus, que dirigió la Orquesta Filarmónica de Marruecos, realizó el Ave Maria de Caccini, con las letras originales, en armonía con el canto de un muecín, en árabe, de Palabras de la tradición musulmana del sufismo Amdah Nabawiya, implorando la paz y el Shema Israel fue cantada por una segunda voz femenina, pero siempre con la melodía compuesta por el músico ruso Vladimir Vavilov hacia 1970, a la manera del compositor barroco italiano, Giulio Caccini.
«Fuimos tres artistas, que cantamos el Ave Maria de Caccini en una perspectiva de paz, para recordar que Marruecos es una tierra de acogida para las tres religiones monoteístas, cristiana, judía y musulmana», explicó a Zenit. Caroline Casadesus afirma: «La idea era trabajar así por la paz, recordar que es importante involucrarse».
La cantante enfatiza el efecto sorpresa de los ilustres auditores: «Y fue una sorpresa para el Rey, y para el Papa, creo que no lo sabían».
Una primera realización se organizó en 2016, dice Caroline Casadesus: «De hecho, ya habíamos cantado este Ave María Caccini en 2016, y habíamos provocado algo muy fuerte en Marruecos, tanto en Rabat como en Casablanca. En el contexto de «Religiones al unísono».
Ella dijo: «Fue una iniciativa de la Orquesta Filarmónica de Marruecos la que nos pidió así, de manera bastante espontánea, interpretar este Ave Maria de Caccini reorquestada para la ocasión», por un músico libanés, con Dina Bensaïd en el piano.
Presenta a los otros dos artistas: «Francoise Atlan, que es francesa y canta con una hermosa voz, y Smahi El Harrati, que es un muecín y que canta en árabe obviamente y es espléndido».
El recital comenzó con el canto del muecín en solitario y se reconocen las palabras en árabe «Dios es grande» después las palabras en hebreo, un solo, «Adonai Elohenu»: «El Señor nuestro Dios,» antes que comience la melodía del Ave Maria «al unísono» cada uno de los tres intérpretes con palabras según su religión, y en diálogo con la orquesta y coro.
«Todos sentimos una emoción extremadamente fuerte porque sabíamos que estábamos cargados con un mensaje muy fuerte y, mientras esperábamos mucho tiempo, aumentaron las inquietudes, la presión: de repente nos damos cuenta de que estamos ¡Frente a dos grandes personalidades! Así que es un momento de emoción única: diez minutos con la sensación de pasar a la historia, de alguna manera…».
Entonces Caroline Casadesus confía en su reunión con el rey Mohammed VI y con el papa Francisco: «Tuvimos la suerte de poder saludar al Rey y al Papa y ahora no quiero lavarme la mano: Los ojos en los ojos, un apretón de manos de una franqueza increíble. »
Las palabras del Papa le han marcado: «El Papa nos dijo: continúen este mensaje de paz, continúen cantando, y es enorme, de hecho creo que en unos días nos daremos cuenta de lo que vivimos». No podría repetir todo lo que nos dijo en francés. Sólo recuerdo que estaba muy conmovido, creo, y que me dijo: «sigue cantando, porque llevas a tus compañeros un verdadero mensaje de paz». Lo entendí y le dije lo emocionada que estaba al estar frente a una personalidad tan importante. Y que este encuentro cuatro años después, en suelo marroquí, es fundamental, en mi opinión, ¡debemos multiplicar, estas iniciativas!».
Asimismo, expresa su profunda convicción: «Sí, judíos, árabes y cristianos pueden vivir juntos. Es una aberración las discordias, en verdad, hay lugar para todos y creo que aquí está lo humano, eso es también, es convivir con cada uno, sus valores pero con inteligencia y tolerancia».
Todavía parece asombrada por haber podido realizar esta función: «Es muy conmovedor haber estado transmitiendo un mensaje tan fuerte y haber sido elegido de hecho para poder hacerlo».
En cuanto a la preparación del evento musical, lo que más llama la atención es que se ha reducido al mínimo para un resultado máximo: «No hemos repetido mucho. Precisamente, llegamos ayer, salimos mañana, así que hubo una «conexión»: no sabíamos que habría un coro, hubo re-orquestaciones. Sabíamos que íbamos a cantar el Ave Maria de Caccini como en 2016, pero ayer descubrimos la nueva forma. ¡Debemos afrontar el reto!».
Especifica que la orquestación se realizó por iniciativa de la Orquesta Filarmónica de Marruecos, y que Jean-Claude Casadesus, quien fue el director fundador de la Orquesta Nacional de Lille, uno de los más grandes directores de orquesta francés – fue recordado por la Orquesta Nacional de Marruecos para la ocasión. Se confiesa sorprendida por algo que le ha sobrepasado: «Como si hubiéramos hecho algo absolutamente hermoso en 2016, y que ha sido recordado para la ocasión».
© Traducción de Zenit, Raquel Anillo