(ZENIT – 6 junio 2019).- Francisco se ha encontrado esta mañana a los trabajadores de Correos y Teléfonos del Vaticano, a quien les ha agradecido su labor, que «supera con creces» el pequeño territorio y la pequeña población que reside en él: «se abre a las necesidades de innumerables personas dispersas por todo el mundo», ha indicado.
Este jueves, 6 de junio de 2019, el Papa ha recibido al grupo de empleados, acompañados por el cardenal Giuseppe Bertello, Presidente de la Gobernación y por los responsables de los diversos sectores de competencia.
Frente a ellos, ha subrayado que a través de su «precioso trabajo», cada día muchas personas «llegan» al Papa y él, también a través de sus colaboradores, «llega» a tanta gente.
«Este intercambio comunicativo no conoce distancias; responde a la necesidad innata de los individuos de crear contactos humanos; y sobre todo entra en todos los hogares al servicio de ricos y pobres», ha expresado.
A los ricos, a los pobres, a todas partes
«En este sentido –ha continuado el Pontífice– me gusta recordar una antigua inscripción latina grabada en un buzón del Estado Pontificio: ‘Diviti et inopi, ultro citroque, meandum’, que significa: «Hace falta que vaya a los ricos y pobres, a todas partes».
En esta actividad, el Vaticano y la Santa Sede «reconocen la importante función de los medios de comunicación y de las organizaciones internacionales que fomentan la comunicación», ha dicho el Santo Padre.
“Los papas siempre han otorgado gran importancia a la comunicación con los Jefes de Estado, las comunidades y los fieles de las diferentes naciones, sirviéndose de los medios ofrecidos por la técnica –ha proseguido- En las últimas décadas, se han llamado a colaborar en este sector tan significativo a dos beneméritas familias religiosas: los Hijos de la Divina Providencia (Orioninos) y la Sociedad de San Paolo (Paulinos). A estos dos institutos va mi vivo aprecio por su generosidad y fidelidad.
Creando puentes
«Respetando las normas y acuerdos internacionales, vuestras realidades hablan un idioma común, creando puentes entre culturas, religiones y sociedades que son diferentes entre sí», ha indicado Francisco.
«Al mismo tiempo, –ha concluido– los Servicios de Correos y Teléfonos del Vaticano garantizan el intercambio de sentimientos e ideas, contribuyen a promover el entendimiento mutuo y la colaboración entre países de diferentes continentes, facilitando sea el intercambio de bienes que, sobre todo de sus respectivos valores espirituales y culturales. En ese sentido, los servicios de correos y teléfonos de uno de los más pequeños Estados del mundo favorecen la difusión del mensaje cristiano».