(ZENIT – 11 junio 2019).- Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia han recibido con «honda preocupación» y «desconcierto» la reciente decisión de la Corte Constitucional que permite el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas en espacios públicos.
Así lo expresaron el pasado 7 de junio de 2019, a través de un comunicado, firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons Óscar Urbina, el Vicepresidente, Mons. Ricardo Tobón, y el Secretario General, Mons. Elkin Fernando.
«Cuando estamos alarmados por el incremento de la drogadicción y buscamos cómo prevenirla y contrarrestarla», los obispos consideran que esta decisión «va en contravía de los esfuerzos de tantas personas e instituciones para romper el círculo de corrupción, violencia y muerte que el consumo y tráfico de estupefacientes han generado en nuestro país».
En esta línea, los prelados hacen un llamado a las instituciones del gobierno y de la sociedad civil «para que nos comprometamos activamente en proyectos de prevención, tratamiento y rehabilitación de las adicciones» así como promover e insistir «en una mayor coordinación de las políticas contra la dependencia de alucinógenos».
Del mismo modo, animan a las familias y a las instituciones educativas a seguir cultivando en los niños y jóvenes los valores que aseguran su crecimiento integral.
Advertencia del Papa
Asismimo, los prelados colombianos recuerdan las palabras del Papa Francisco: “la droga no se vence con la droga”. Con el Pontífice, aseguran, «reiteramos que todos estamos llamados a combatir la producción, el procesamiento y la distribución de las drogas en el mundo».
En este sentido, advierten de que «No es posible ignorar las consecuencias funestas del alcoholismo y de la drogadicción en nuestro país, en especial los riesgos que representan para nuestra niñez y juventud. Tenemos que reconocer que las drogas son una herida que causa gravísimos males en nuestra sociedad».