(ZENIT –26 junio 2019).- Hoy, 26 de junio de 2019, en la audiencia general, el Santo Padre ha continuado con la serie de catequesis sobre el Libro de los Hechos de los Apóstoles y ha hecho mención a la importancia de la liturgia, expresión de la esencia de la Iglesia, “el lugar donde nos encontramos con el Resucitado y experimentamos su amor”.
En sus palabras en español, Francisco ha remitido a san Lucas, que describe la Iglesia de Jerusalén como “el paradigma de toda comunidad cristiana”. Los cristianos eran perseverantes en las enseñanzas de los apóstoles, a través de la Eucaristía recordaban al Señor y dialogaban con Dios en la oración.
Igualmente, el Pontífice ha resaltado la unión fraternal que vivían aquellos cristianos, compartiendo con todos “los bienes espirituales y materiales, según la necesidad de cada uno”. Así, al compartir la Palabra de Dios y el pan, añadió, “la Iglesia se convierte en fermento de un mundo nuevo, en el que florece la justicia, la solidaridad y la compasión”.
Finalmente, el Papa ha indicado que el relato de san Lucas expone que el Señor “iba agregando a los que se iban salvando: la perseverancia de los creyentes en la alianza con Dios y con los hermanos se convierte así en una fuente de atracción que fascina y conquista a los demás”.
Esta ha sido la última audiencia general antes del descanso estival. Las audiencias generales de los miércoles se suspenden durante todo el mes de julio y se reanudarán en el mes de agosto.