(ZENIT – 2 agosto 2019).- El Papa Francisco anima a los jóvenes cubanos a que, como testigos de la resurrección de Cristo, se dejen “transformar en discípulos misioneros, para que muchos jóvenes puedan descubrir la presencia del Señor Jesús, escuchar su llamada, crecer en su amistad y llevar así una existencia fundada en su fidelidad y misericordia”.
El Santo Padre se dirigió a los jóvenes de Cuba el pasado 31 de julio, con ocasión de la II Jornada Nacional de la Juventud (JNJ), celebrada el 1 de agosto de 2019 en las diócesis del país bajo el tema “He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu Palabra”.
A través del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, además de saludar a los participantes y a los organizadores del evento, el Papa animó a los jóvenes a que, siguiendo el ejemplo de María, “experimenten el júbilo que nace de haber encontrado a Jesucristo”.
Finalmente, Francisco pidió a Dios, por intercesión de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre, que “proteja con su amor infinito a todos los jóvenes cubanos, acompañándolos en todos los momentos de su vida” y les impartió su bendición apostólica “como símbolo de copiosas gracias divinas”.
Mensaje de Mons. García Ibáñez
En un mensaje especial para esta II JNJ, el arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio García Ibáñez, explicó que, aunque se había previsto que el encuentro fuera compartido por todos en Santiago y se peregrinara hasta el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, debido a “la cambiante situación económica, la inseguridad en los servicios y el alto costo de los mismos”, los obispos decidieron que los preparativos de la jornada se ampliaran a todas las diócesis.
Así, la JNJ de este año 2019 ha tenido lugar en las sedes de todas las diócesis de Cuba, 11 en total.
Por otra parte, ante la reciente decisión de las autoridades de no autorizar ninguna celebración fuera de los templos en dichas sedes, a excepción de la de Santiago de Cuba, Mons. García Ibáñez informó que fueron suspendidas “la celebración pública del Viacrucis» y «la Peregrinación a un Santuario Mariano», ya programadas entre los actos de las JNJ de cada diócesis.
El arzobispo ha indicado que estas situaciones “inesperadas y no deseadas”, les han empujado a “empeñarnos aún más en el logro de los objetivos iniciales y a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos”. Igualmente, el obispo reafirma que los “eventos no son lo más importante, éstos pueden fallar. Lo importante es el proceso realizado y el logro de los objetivos propuestos, es decir, lo esencial”.