(ZENIT – 7 sept. 2019).- Hoy, 7 de septiembre de 2019, en torno a las 16:10 horas, después del Encuentro con los obispos de Madagascar en la catedral de Andohalo, el Papa Francisco ha realizado una visita a la tumba de la beata Victoire Rasoamanarivo.
A la salida de la catedral de Andohalo, el Papa ha saludado a tres líderes religiosos, de la iglesia anglicana, luterana y protestante, se ha fotografiado junto a unos fieles y ha recibido llave de la ciudad por parte de los responsables del ayuntamiento de Antananarivo, a quienes les ha entregado unos rosarios.
La tumba de esta beata se sitúa enfrente de dicha catedral, custodiada en el interior de una capilla de forma circular. La capilla contiene un simple altar de piedra y un crucifijo para permitir la oración y el recogimiento de los fieles.
Una vez dentro de la capilla, el Santo Padre se ha detenido a realizar una plegaria silenciosa y después ha bendecido una imagen de la beata.
Beata Victoire Rasoamanarivo
Nacida en Antananarivo en el año 1848, en el seno de una de las familias más poderosas del país, Victoire fue educada según las creencias indígenas de sus antepasados. Sin embargo, en 1861, cuando algunos misioneros jesuitas franceses llegaron a Mozambique, la joven se inscribió en la escuela de la misión y en 1863 recibió el Bautismo.
Fue dada en matrimonio a un alto oficial del ejército, violento y libertino, a pesar de lo cual, ella no cuestionó el sacramento del matrimonio, permaneciendo al lado de su marido, que finalmente aceptó bautizarse.
“Unión Católica”
En 1883, después del conflicto franco- malgache, los misioneros católicos fueron expulsados y los fieles acusados de traición. Victoria, no obstante, continuó profesando su fe. Perseverando en la oración, se encargó de respaldar la “Unión Católica”, movimiento de espiritualidad mariana.
En 1886, los misioneros vuelven al país y Victoire se dedica a numerosas obras de caridad en favor de los indigentes y de los enfermos de lepra. En 1890, su salud comienza a resentirse y muere el 21 de agosto de 1894, a la edad de 46 años.
Beatificada por Juan Pablo II
El 30 de abril de 1989, en Antananarivo, Juan Pablo II la proclamó como primera beata malgache autóctona. En un primer momento, el cuerpo de Victoire fue custodiado en el Mausoleo de Rainiharo, primer ministro de Madagascar fallecido en 1852.
En 1961, sus restos se trasladaron a la Cada de los Misioneros de Ambohipo y, finalmente, en 1992, tuvo lugar el transporte de los mismos a la capilla que Francisco ha visitado.
Palabras del Francisco
Esta mañana, en el discurso al presidente y las autoridades de Madagascar, el Santo Padre ha aludido a la figura de esta beata: «Como Iglesia queremos imitar la actitud de diálogo de vuestra conciudadana, la beata Victoria Rasoamanarivo, que Juan Pablo II beatificó durante su visita, treinta años atrás. Su testimonio de amor a su tierra y tradiciones, el servicio a los más pobres como signo de su fe en Jesucristo, nos muestra el camino que también estamos llamados a recorrer».